Los cambios en las altas esferas de la FIFA empiezan a tener efecto. Corren nuevos tiempos y hermetismo del máximo organismo del fútbol frente a la tecnología empieza a evaporarse. La llegada del vídeo como apoyo al colectivo arbitral parece más cerca que nunca de ser una realidad tras aprobarse por la International Football Association Board (IFAB) su uso de manera experimental.
"Realmente hemos tomado una decisión histórica para el fútbol. El IFAB y la FIFA están liderando ahora el debate y no lo frenarán", dijo el nuevo presidente de la FIFA, Gianni Infantino. Hasta 12 países ya han mostrado su interés en participar en este experimento que puede revolucionar las promociones de fútbol de bet365.
Durante el pasado Mundial de Brasil ya se le tendió una mano a la tecnología para evitar los goles fantasmas y que han marcado la historia de los Mundiales para desgracia de algunas selecciones tuvieran trascendencia. El colegiado recibía una señal en su reloj, mediante la cual se le notificaba que el balón había entrado por completo. Esto fue gracias a la instalación de hasta siete cámaras en las porterías que reproducían 500 frames por segundo en 3D y la definición de la jugada llegaba a la muñeca del árbitro.
El uso del vídeo supondrá un nuevo paso hacia un horizonte desconocido al que Blatter nunca se aventuró a viajar. Quedan muchos puntos por definir, pero la idea es que no interrumpa el juego constantemente, sino que tenga una utilidad muy concreta para confirmar un gol, expulsiones, penaltis y para asegurarse el árbitro de que amonestó al jugador correcto. Son muchos los futbolistas que han pedido en más de una ocasión su introducción para que goles como el que dio el Mundial de 1966 a Inglaterra, tengan los días contados en todas las competiciones.
Muy útil en otros deportes
En este aspecto, el deporte rey está a años luz de otros y quiere ponerse al día. La tecnología y más concretamente el video hace mucho que encontró su espacio en otras disciplinas, ayudando a solucionar dudas que el ojo humano no puede despejar. El tenis ya no se entendería sin el ojo de halcón, que aclara si la pelota toca o no la línea aunque también esté abierto al error, como sucedió hace unos meses en un partido entre Wawrinka y Kyrgios en Dubái. La imagen y las indicaciones no se correspondían y al final la decisión recayó sobre el juez de silla.
Pero el tenis no es el único que se beneficia de la tecnología. Convive y coexiste en las grandes ligas americanas como un elemento más desde hace mucho. El último ejemplo tiene como protagonista a la línea de tres en la NBA. Dicha raya se ilumina ahora cuando un jugador lanza desde esa posición. De manera instantánea espectadores, televidentes y sobre todo los jueces del partido saben si el pie toca la línea o no. Bien es cierto que a Stephen Curry en poco o nada le afecta esta novedad porque él tira desde su casa y además tiene por costumbre acertar.
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