Hay quienes piensan que el correo electrónico es cosa del pasado, sin embargo, nuestro gran compañero de viaje desde que dio comienzo la era digital sigue más vivo que nunca. Mientras que Alexa de Amazon ya lee y responde e-mails mediante órdenes de voz, nuestras bandejas de entrada se llenan a diario de transacciones o avisos de nuestras redes sociales favoritas, entre muchas otras comunicaciones de interés.
La gran mayoría de los usuarios de Internet, por no decir prácticamente la totalidad, dispone de una o varias cuentas de correo electrónico. Es uno de esos elementos indispensables de la era digital, ya sea para estar en contacto con los clientes, para manejar transacciones o simplemente para registrarte en alguna de las miles de páginas de las que dispone la Red.
Te dediques a lo que te dediques, es más que probable que el ordenador forme parte de tu rutina, y si no, tu tablet, o esa tercera mano que todos tenemos en la que se ha convertido nuestro smartphone. Se estima que tres cuartas partes de todas las personas que se conectan cada mañana, lo hacen directamente con su correo electrónico.
Muchas veces, nuestras bandejas de entrada se llenan de correos inverosímiles, por eso, ya sea para tu empresa o para tener un mejor feedback con los demás, debes tener en cuenta una serie de consejos. Por ejemplo, debemos saber que la mayor parte de las comunicaciones que recibimos son demasiado extensas, lo que nos hace huir de las mismas; por ello, la brevedad se convertirá en tu mejor aliada a la hora de escribir. Cuanto más directo y claro sea el mensaje, mayor interés despertará en el receptor del mismo.
¿Y si utilizásemos el e-mail para nuestro negocio?
Sí, el mailing es una herramienta muy utilizada, tanto para fidelizar a nuestros clientes como para generar las ansiadas conversiones. Sin embargo, para llegar a esto último, hay que conocer bien las diversas herramientas de las que podemos disponer y, sobre todo, cómo utilizarlas de forma correcta y eficiente.
Hay diferentes tipos de campañas dependiendo de los objetivos que tengamos, ya que no todo es enviar una newsletter a todas las direcciones que conformen tu lista de suscriptores. Debemos de tener en cuenta los filtros disponibles para ampliar esa anhelada Base de Datos, ya que nuestra meta es algo que nos permita depurar esa segmentación de la que debemos ser conscientes de su importancia.
Y es que estos denominados como ‘boletines’ no resultan invasivos, como otras comunicaciones comerciales, ya que previamente el usuario debe haber aceptado recibirlas, por lo que podremos obtener mayor información de su perfil y enviarle un contenido incluso personalizado. Hay que tener en cuenta la frecuencia con la que realicemos estos envíos, además de nuestra capacidad para generar contenidos de calidad, que no resulten pesados al receptor del mismo.
Si lo que queremos son ventas, podemos hacer hincapié en campañas promocionales en las que incluir alguna promoción o descuento temporal, utilizando otro tipo de recursos más allá del texto. También debemos de tener en cuenta en qué momento llevaremos a cabo la acción, ya que hay ciertas épocas en las que los usuarios son más proclives a la compra, como en el Black Friday o en San Valentín.
Por si esto fuese poco, se pueden automatizar las campañas si los objetivos o el tiempo de las mismas lo requiere, e incluso lanzar esos e-mails que nos llegan a todos cuando alguien interactúa con una web o compra algo, como por ejemplo, la confirmación de registro o de compra.
En definitiva, este tipo de herramienta, lejos de estar obsoleta, sigue presente en el día a día de la práctica totalidad de los usuarios, por lo que sigue siendo indispensable para acciones de marketing o simplemente como mera comunicación entre comprador y cliente, o entre particulares, trabajadores de una empres, etc.
Si (
No(
