El Comité Económico y Social Europeo respalda nuevas propuestas de la UE para fortalecer la defensa, promoviendo valores democráticos y una estrategia de paz a largo plazo, destacando el instrumento SAFE.
En su sesión plenaria de julio, el Comité Económico y Social Europeo (CESE) respaldó nuevas propuestas de la UE para fortalecer la preparación defensiva de Europa, al tiempo que subrayó la importancia de preservar los valores democráticos y promover una estrategia a largo plazo para la paz.
En un dictamen recientemente adoptado, el CESE expresó un firme apoyo a la Acción de Seguridad para Europa (SAFE), un nuevo instrumento de la UE diseñado para financiar adquisiciones conjuntas en defensa y potenciar la industria defensiva europea. El Comité instó a los Estados miembros a aprovechar al máximo SAFE, destacando su potencial para aumentar la inversión en tecnologías fabricadas en Europa, mejorar la autonomía estratégica y asegurar el suministro en toda la UE.
Según el ponente del CESE, Maurizio Mensi, SAFE representa un avance crucial: “Las iniciativas de la UE sobre la industria de defensa deben fortalecer urgentemente la capacidad de la UE y sus Estados miembros para salvaguardar la paz y la seguridad”.
SAFE se considera una respuesta a la creciente inestabilidad geopolítica y a la necesidad urgente de aumentar las capacidades defensivas de Europa de manera coordinada y rentable. El CESE enfatiza que los fondos deben priorizar las brechas más apremiantes en capacidades, al mismo tiempo que refuerzan la base industrial de la UE y su libertad de acción futura. Se insiste en que los sistemas complejos y de alto valor deben ser adquiridos dentro de Europa, asegurando el control sobre el diseño del producto y su adaptabilidad a largo plazo.
El co-ponente Jan Pie destacó que SAFE debe ser un punto de partida, sugiriendo que los esfuerzos futuros deberían incluir recursos adicionales de la UE, con subvenciones complementando préstamos para apoyar inversiones a largo plazo en defensa.
El dictamen también respalda una participación limitada de terceros países en adquisiciones conjuntas, restringida a socios con acuerdos formales de defensa con la UE. Se da bienvenida explícitamente a Ucrania, Noruega y el Reino Unido, mientras que se considera un riesgo para la independencia tecnológica europea la participación de actores industriales no alineados.
Más allá del reglamento SAFE, el Comité hace un llamado a acciones más amplias. En el dictamen sobre el Libro Blanco Conjunto para la Preparación Defensiva Europea 2023, adoptado en la misma sesión plenaria, se destaca que no se puede desarrollar una estrategia defensiva robusta en aislamiento. Como señaló Marcin Nowacki, miembro del CESE y ponente del dictamen: “Con amenazas crecientes y guerras en las puertas de Europa, la UE debe actuar ahora. La defensa es más que armas; es innovación, industria y resiliencia. Debemos construir nuestra propia tecnología defensiva —apoyando a la industria y a la investigación— y eliminar obstáculos burocráticos.”
El co-ponente Carlos Manuel Trindade expresó su preocupación por que la flexibilidad limitada propuesta por la Comisión Europea mediante cláusulas nacionales pueda no ser suficiente para evitar compromisos entre el gasto en defensa y las inversiones sociales esenciales.
El Comité argumenta que **la seguridad debe ir acompañada** de una fortaleza democrática. A medida que crecen las amenazas a los sistemas democráticos, especialmente en regiones vecinas, es fundamental que Europa combine una preparación militar con esfuerzos más sólidos para fomentar *la paz*, *la resiliencia* y *la innovación*.
Para ello, el CESE insta a acelerar los trabajos sobre una política común de defensa apoyada por legislación adecuada y financiación correspondiente. Recomienda una cooperación más estrecha con socios globales, mayor involucramiento de instituciones investigadoras y más apoyo para las pequeñas y medianas empresas (PYMES) que operan en el sector defensivo. Según el CESE, **la preparación defensiva** debe entenderse como parte de una agenda estratégica más amplia que incluya infraestructura civil, resiliencia digital y cohesión social.
Tanto los dos dictámenes presentan una visión pragmática pero principista sobre **la política defensiva** de la UE, enfocándose en estar preparados mientras se anclan firmemente en valores democráticos y responsabilidad colectiva.