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Astrónomos hallan evidencia de un planeta en el sistema estelar más cercano al Sol

Astronomía Exoplanetas

Redacción | Viernes 08 de agosto de 2025

Astrónomos han hallado evidencia de un gigante gaseoso orbitando Alpha Centauri A, el sistema estelar más cercano al Sol. Este descubrimiento podría revolucionar nuestra comprensión sobre la formación de planetas.



Un equipo de astrónomos que utiliza el Telescopio Espacial James Webb, en colaboración con NASA, ESA y CSA, ha proporcionado nuevas evidencias sobre la existencia de un gigante gaseoso que orbita una estrella en el sistema estelar más cercano a nuestro Sol. Este sistema, conocido como Alpha Centauri, se encuentra a tan solo cuatro años luz de la Tierra y ha sido durante mucho tiempo un objetivo clave en la búsqueda de exoplanetas.

Alpha Centauri está compuesto por dos estrellas similares al Sol, Alpha Centauri A y Alpha Centauri B, junto con la tenue enana roja Proxima Centauri. De estas, Alpha Centauri A se destaca como la tercera estrella más brillante en el cielo nocturno. Aunque ya se han confirmado tres planetas orbitando Proxima Centauri, la detección de otros cuerpos celestes alrededor de Alpha Centauri A y B ha sido un desafío debido a su brillo y proximidad.

Evidencias del planeta gigante

Las observaciones realizadas por el Instrumento de Infrarrojo Medio (MIRI) del telescopio Webb han revelado las pruebas más contundentes hasta la fecha sobre un gas gigante que podría estar orbitando Alpha Centauri A. Los resultados han sido elaborados por un equipo internacional que incluye investigadores de la Universidad de Cambridge y están a punto de ser publicados en The Astrophysical Journal Letters.

Si se confirma su existencia, este planeta sería el más cercano a la Tierra que orbita en la zona habitable de una estrella similar al Sol. Sin embargo, los científicos advierten que, dado que se trata de un gigante gaseoso, no podría albergar vida tal como la conocemos.

El proceso para determinar la naturaleza del objeto observado fue complejo e incluyó múltiples rondas de observaciones y análisis informáticos. El equipo logró identificar que el objeto detectado en las imágenes del telescopio era probablemente un planeta y no un objeto de fondo o un artefacto visual.

Desafíos en las observaciones

El primer avistamiento del sistema tuvo lugar en agosto de 2024. A pesar de que el brillo adicional proveniente de Alpha Centauri B complicó el análisis inicial, los investigadores pudieron restar esta luz para observar un objeto más débil, situado a una distancia considerable del sistema estelar principal.

Aunque el descubrimiento inicial generó gran expectativa, los datos adicionales obtenidos en febrero y abril de 2025 no lograron detectar ningún objeto similar al inicialmente identificado. Esto llevó al equipo a realizar simulaciones para explorar posibles órbitas del planeta y entender su misteriosa desaparición.

Los investigadores simularon millones de órbitas potenciales teniendo en cuenta tanto avistamientos previos como nuevos datos obtenidos por Webb. Esta metodología les permitió concluir que en muchas simulaciones el planeta podría haber estado demasiado cerca de su estrella para ser visible durante las observaciones posteriores.

Análisis del entorno cósmico

Además de buscar el planeta, los miembros del equipo analizaron datos para detectar signos de polvo cósmico conocido como polvo exozodiacal alrededor de Alpha Centauri A. Este tipo de polvo es generado por cometas y asteroides desintegrándose y puede influir en la búsqueda de planetas rocosos al oscurecer o mimetizar señales planetarias.

A pesar de no encontrar polvo durante estas observaciones, los investigadores demostraron tener sensibilidad a niveles mucho más bajos que cualquier medición anterior, lo cual será valioso para futuras investigaciones sobre planetas alrededor de esta estrella.

La investigación sugiere que si se confirma este nuevo candidato planetario observado por Webb, podría tratarse de un gigante gaseoso similar a Saturno orbitando Alpha Centauri A en una trayectoria elíptica. Este hallazgo marcaría un hito significativo en los esfuerzos por obtener imágenes directas de exoplanetas.

Implicaciones para la ciencia planetaria

La posible existencia del planeta desafiaría nuestra comprensión actual sobre cómo se forman y evolucionan los planetas en entornos estelares complejos. “Su presencia dentro de un sistema binario estrecho pondría a prueba nuestras teorías sobre la formación planetaria”, afirmó Aniket Sanghi del Instituto Tecnológico de California.

El Telescopio Espacial James Webb representa una colaboración internacional liderada por NASA junto con sus socios ESA (Agencia Espacial Europea) y CSA (Agencia Espacial Canadiense), ampliando así nuestras fronteras del conocimiento astronómico.

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