A partir del 1 de enero de 2026, todos los vehículos deberán llevar la baliza V16 conectada para señalizar averías y emergencias, garantizando la visibilidad sin comprometer la privacidad del conductor.
A partir del 1 de enero de 2026, todos los vehículos estarán obligados a utilizar la baliza V16 conectada para señalizar averías o situaciones de emergencia en carretera. Esta medida busca mejorar la seguridad vial y ha sido anunciada por la Agencia Española de Protección de Datos, en respuesta a diversas inquietudes manifestadas en foros sobre el tema.
La baliza V16, que se activa mediante una luz visible, tiene la capacidad de enviar un aviso automático a los sistemas de tráfico. Este aviso incluye la ubicación del vehículo detenido y un identificador técnico del dispositivo, el cual no está vinculado a ninguna persona ni matrícula. Por lo tanto, no existe un registro que relacione el dispositivo con la identidad del usuario.
Es importante destacar que al adquirir la baliza, el usuario no necesita proporcionar sus datos personales a ninguna administración, lo que significa que la Dirección General de Tráfico (DGT) no tendrá acceso a información sobre quién ha comprado el dispositivo.
Mientras la baliza no esté activada, no transmitirá ningún dato. En caso de ser utilizada ante una emergencia, la información enviada será limitada y no permitirá identificar al conductor ni reconstruir sus desplazamientos. La baliza emite una señal únicamente mientras está encendida y cesa su transmisión al apagarse, evitando así generar historiales de movimientos o envíos continuos de datos.
La normativa establece claramente que estos dispositivos están diseñados exclusivamente para visibilizar el vehículo accidentado y enviar información sobre su ubicación cuando se activan. Se prohíbe expresamente cualquier funcionalidad adicional que pueda comprometer la privacidad del usuario.
La obligatoriedad del uso de la baliza V16 está contemplada en el Real Decreto 159/2021, que regula los servicios de auxilio en las vías públicas. Esta norma fue modificada posteriormente por el Real Decreto 1030/2022.
Con esta iniciativa, se espera contribuir significativamente a la seguridad en las carreteras españolas, garantizando que los vehículos en situaciones críticas sean fácilmente identificables y localizables por los servicios de emergencia.