Blackwave, un start-up de la Universidad Técnica de Múnich, desarrolla tanques de alta presión de carbono para la industria espacial, combinando ligereza y resistencia en sus innovaciones.
La empresa emergente Blackwave, surgida de la Tecnológica Universidad de Múnich, ha dado un paso significativo en el ámbito de los materiales compuestos al especializarse en el uso del carbono. Este material, conocido por su ligereza y resistencia, ha encontrado aplicaciones no solo en la industria automotriz, sino también en el sector aeroespacial. Desde sus inicios fabricando componentes para vehículos deportivos y aeronaves, Blackwave ha evolucionado hacia la creación de tanques de alta presión para cohetes.
Los tanques de alta presión son cruciales en la ingeniería espacial. Estos dispositivos deben soportar presiones extremas, alcanzando hasta 420 bares, y resistir temperaturas que oscilan entre -50 y +120 grados Celsius. Tradicionalmente, estos tanques se fabricaban con acero pesado y tenían forma esférica. Sin embargo, Blackwave ha introducido una solución innovadora: tanques hechos de fibras de carbono.
Desde 2018, Blackwave produce estos tanques que ofrecen múltiples ventajas. Las fibras de carbono son excepcionalmente resistentes y no reaccionan químicamente con los combustibles utilizados. Además, su diseño permite una integración más sencilla en los sistemas de combustible, lo que representa un avance significativo respecto a los tanques esféricos anteriores. La demanda por estos productos ha crecido notablemente, atrayendo a clientes reconocidos tanto en Europa como en Estados Unidos.
Bastian Behrens, fundador de Blackwave y antiguo alumno de la TUM, ha estado fascinado por el carbono desde su adolescencia. Durante su etapa escolar, comenzó a trabajar con este material al laminado de piezas para motocicletas. Su pasión por los automóviles deportivos lo llevó a unirse al club estudiantil TUfast en la TUM, donde desarrolló componentes de carbono para equipos de competición.
Behrens destaca que su interés por la aviación y la ciencia ficción influyó profundamente en su carrera profesional. A través de TUfast, estableció contactos valiosos dentro del sector automotriz que le permitieron adquirir experiencia técnica antes de fundar Blackwave. La idea tomó forma tras conectar con la industria aeroespacial y concentrarse en la fabricación de componentes para cohetes.
A medida que avanzaba en sus estudios, Behrens utilizó el ecosistema empresarial que ofrece la TUM para establecer conexiones clave y mejorar sus procesos productivos. Gracias a programas específicos destinados a emprendedores proporcionados por UnternehmerTUM, recibió asesoramiento experto que facilitó el desarrollo inicial de Blackwave.
Actualmente, Blackwave cuenta con cerca de 100 empleados y vende sus productos a nivel global. Algunos han alcanzado el estatus de "Flight Heritage", lo que significa que ya han sido utilizados exitosamente en misiones espaciales.
El ecosistema innovador centrado alrededor de la TUM se considera uno de los hubs más exitosos para tecnología profunda (Deeptech) en Europa. Este entorno proporciona un fuerte apoyo a las startups mediante redes robustas y programas adaptados a las necesidades específicas durante las distintas fases del emprendimiento.
A través del centro UnternehmerTUM, se han creado más de 100 empresas anualmente y se han apoyado más de 1,100 equipos emprendedores desde las Venture Labs. Esta colaboración refuerza la posición destacada del centro como uno de los mejores lugares para iniciar negocios tecnológicos en Europa.