El Grupo de Caracterización de Materiales de la UPC colabora en el proyecto europeo FROSTBIT, que busca desarrollar una tecnología de refrigeración sostenible. Este proyecto, financiado con 3,4 millones de euros, se centra en materiales mecanocalóricos para mejorar la eficiencia energética y reducir las emisiones de gases contaminantes. A largo plazo, se espera crear un prototipo funcional que ofrezca 100 Watts de potencia de refrigeración, contribuyendo así a sistemas más ecológicos.
El Grupo de Caracterización de Materiales de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) se encuentra inmerso en un innovador proyecto europeo que busca desarrollar una tecnología ecológica para reemplazar los actuales sistemas de refrigeración. Este esfuerzo surge ante el alarmante dato de que, en 2019, las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por estos sistemas fueron equivalentes a las emisiones totales de toda la Unión Europea.
La principal causa de este impacto ambiental son las fugas frecuentes de fluidos refrigerantes, entre los cuales destacan los hidrofluorocarburos, conocidos por su potencial de calentamiento global que supera miles de veces al del dióxido de carbono (CO?).
Para abordar esta problemática, se ha lanzado el proyecto FROSTBIT, cuyo objetivo es desarrollar el primer refrigerador funcional basado en una tecnología revolucionaria de estado sólido. Esta iniciativa está coordinada por el Centre National de Recherche Scientifique (CNRS) de Francia y cuenta con la colaboración del Grupo de Caracterización de Materiales de la UPC, así como otros grupos de investigación provenientes de Francia, Eslovenia y Reino Unido.
El proyecto ha recibido una subvención significativa de 3,4 millones de euros del Consejo Europeo de Innovación (EIC) para llevar a cabo sus actividades durante los próximos cuatro años. La meta es crear un dispositivo que utilice materiales barocalóricos, capaces de mostrar un cambio entre dos fases sólidas al ser sometidos a variaciones en temperatura o presión, ofreciendo así una alternativa sostenible a los métodos tradicionales que dependen del cambio entre fases líquida y vapor.
El trabajo del Grupo de Caracterización de Materiales se centrará en caracterizar la respuesta térmica de estos materiales bajo diferentes presiones, tanto en forma sólida como cerámica. Se explorarán las formas más viables para producir cerámica y otros componentes necesarios para un sistema compacto que aspire a ofrecer 100 Watts de potencia frigorífica. Este desarrollo representa un paso hacia una tecnología más sostenible en refrigeración.
Según el profesor Josep Lluís Tamarit, investigador principal del proyecto y docente en la Escuela de Ingeniería de Barcelona Este (EEBE), “la fuerza del proyecto FROSTBIT radica en las habilidades complementarias dentro del consorcio, abarcando desde la síntesis hasta el diseño y construcción final”.
Diversos grupos investigadores están aportando conocimientos valiosos que van desde procesos sostenibles para la síntesis hasta la caracterización precisa de las propiedades barocalóricas. Además del CNRS y la UPC, participan instituciones académicas como las universidades francesas de Burdeos, Lorena y Tours; la Universidad de Liubliana en Eslovenia; la Universidad de Kent en el Reino Unido; y TOTALEnergies OneTech, empresa francesa dedicada a la innovación energética.