Un estudio del CSIC revela que, a pesar de las sequías vinculadas al cambio climático, los árboles tropicales han mostrado resiliencia en su crecimiento durante el último siglo.
El aumento de la severidad de las sequías, consecuencia del cambio climático, podría amenazar el potencial de los bosques tropicales para almacenar carbono en forma de madera. Sin embargo, un estudio reciente en el que participa el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) revela que estos árboles han desarrollado una notable resiliencia ante la sequía a lo largo del último siglo. Publicado en la prestigiosa revista Science, el trabajo demuestra que los árboles tropicales son capaces de compensar la menor producción de madera durante los años secos con un crecimiento más robusto en los años húmedos.
A pesar de esta capacidad adaptativa, el cambio en la frecuencia y severidad de las sequías podría reducir esta resiliencia en el futuro. El estudio también señala que cada año seco puede incrementar la mortalidad de los árboles en un 0.1%, lo que resulta en emisiones adicionales de CO? debido a la descomposición de la madera muerta. Esta cifra, aunque parezca pequeña, se traduce en una cantidad equivalente a las emisiones anuales de Alemania, lo que subraya la importancia del fenómeno.
El equipo investigador utilizó la colección más extensa de anillos de crecimiento de árboles tropicales jamás creada, gracias a una red internacional dedicada a la dendrocronología tropical. Se recopilaron datos de más de 20,000 series de crecimiento provenientes de aproximadamente 500 bosques distribuidos en 36 países. Los hallazgos indican que, en promedio, los árboles tropicales experimentan un descenso del 2.5% en su crecimiento durante los años secos en comparación con aquellos más húmedos; no obstante, esta disminución tiende a desaparecer al año siguiente.
“El crecimiento de los árboles tropicales ha sido mínimamente afectado por la sequía, lo que sugiere que la tasa de captura de CO? en su madera se ha mantenido relativamente estable”, afirma Jesús Julio Camarero, investigador del CSIC en el Instituto Pirenaico de Ecología (IPE). Sin embargo, advierte que si aumenta la aridez local, esto podría intensificar los impactos negativos y aumentar la mortalidad arbórea.
El autor principal del estudio, Pieter Zuidema, investigador en la Universidad de Wageningen (Países Bajos), señala que las sequías recientes han provocado reducciones más significativas en el crecimiento arbóreo comparadas con sequías pasadas. “Los árboles están teniendo más dificultades para recuperarse y es probable que el cambio climático continúe agravando este efecto”, explica Zuidema.
Este estudio representa un hito al compilar cientos de investigaciones sobre anillos de árboles tropicales para realizar un análisis global. Peter Groenendijk, investigador de la Universidad de Campinas (Brasil) y uno de los promotores de esta red internacional, destaca: “Es la primera vez que se lleva a cabo un esfuerzo tan amplio para estudiar estos anillos”.