Se ha descubierto un retrato en miniatura de Henry Wriothesley, mecenas de Shakespeare, que revela detalles sobre su relación con el dramaturgo y su representación andrógina.
Un nuevo retrato en miniatura de Henry Wriothesley, el tercer conde de Southampton y conocido como el mecenas y posible amante de William Shakespeare, ha sido descubierto en una colección privada. Este hallazgo fue realizado por la historiadora del arte Dr. Elizabeth Goldring, quien es lectora honoraria en la Universidad de Warwick.
Los propietarios de la obra se pusieron en contacto con Goldring tras leer su libro Nicholas Hilliard: Life of an Artist, ya que sospechaban que el retrato podría ser obra del célebre miniaturista. La pintura ha sido confirmada como un trabajo de Nicholas Hilliard (c. 1547-1619), el retratista favorito de la reina Isabel I, y el sujeto ha sido identificado como Wriothesley, quien vivió entre 1573 y 1624. El estilo del retrato sugiere que fue pintado a principios de los años 90 del siglo XVI.
“La perla en la oreja del conde, sus pulseras, su vestimenta elegantemente bordada y su largo cabello pueden dar una impresión inicial femenina, pero esta es una representación fiel de la apariencia de Wriothesley”, explica Goldring. “Era un notable patrocinador de las artes, celebrado por su belleza andrógina y su amor por la poesía y el drama. También era conocido por su vanidad y el gran orgullo que sentía por su apariencia, especialmente por su largo cabello.”
Shakespeare dedicó dos extensos poemas eróticos, Venus and Adonis y The Rape of Lucrece, al conde Southampton. Se ha especulado durante mucho tiempo que Wriothesley es el ‘joven hermoso’ al que se dirigen muchos de los sonetos de Shakespeare, con algunos académicos sugiriendo que pudo haber sido amante del dramaturgo. Un detalle intrigante en la parte posterior de este retrato ofrece una posible pista sobre la naturaleza de la relación personal entre ambos.
“Las miniaturas eran obras inherentemente privadas que a menudo se intercambiaban como símbolos de amor”, señala Goldring. “Este retrato está pegado a una carta de juego, lo cual era habitual en esa época. La parte trasera de esta carta mostraba originalmente un corazón rojo, pero curiosamente, este corazón ha sido deliberadamente borrado y pintado sobre él con una flecha negra. Podría interpretarse también como un trébol, pero creo que se asemeja más a una lanza, símbolo que aparece en el escudo de armas de Shakespeare.”
"Es imposible determinar cuándo ocurrió esta alteración intencionada, pero sin duda fue hecha con un propósito", añade Goldring. "Una interpretación fascinante podría ser que Shakespeare fue el destinatario original del retrato pero lo devolvió al conde en algún momento —quizás alrededor del matrimonio de Southampton en 1598— con su marca personal ocultando firmemente el corazón." Esta teoría ayudaría a explicar cómo el retrato permaneció en una rama de la familia Southampton durante siglos.
Goldring ha colaborado durante los últimos ocho meses con la historiadora del arte Emma Rutherford y el académico literario Profesor Sir Jonathan Bate, autenticando e investigando esta exquisita obra ovalada, que mide apenas dos pulgadas y un cuarto de altura.
El descubrimiento del retrato añade una nueva dimensión al misterio sobre la musa de Shakespeare y arroja luz sobre una de las relaciones más enigmáticas en la historia literaria.