La Universidad Técnica de Múnich ha implementado con éxito vehículos de bomberos eléctricos, que han demostrado ser confiables y populares entre los bomberos, mejorando la sostenibilidad y reduciendo el ruido en las operaciones.
La Werkfeuerwehr de la Tecnológica Universidad de Múnich (TUM) se ha convertido en pionera en el uso de vehículos eléctricos para la extinción de incendios en Baviera. Tras un año de operación, los resultados son positivos: los dos camiones eléctricos han demostrado ser fiables y se han adaptado a las exigencias del servicio, ganándose la aceptación de los bomberos, quienes inicialmente mostraban escepticismo.
Cuando se planteó la idea de incorporar estos vehículos eléctricos, hubo una gran resistencia entre el personal. Una encuesta interna reveló preocupaciones sobre la autonomía, los tiempos de carga y la fiabilidad técnica. La opinión predominante era que “no podemos arriesgarnos a experimentar en situaciones críticas”, afirmaron algunos miembros del equipo.
A pesar de las dudas iniciales, el jefe de la Werkfeuerwehr, Jürgen Wettlaufer, estaba decidido a no invertir más en vehículos diésel. “Debemos enfrentar el reto de la sostenibilidad y la viabilidad futura. La universidad se ha comprometido con este objetivo”, declaró Wettlaufer.
Finalmente, un fabricante especializado proporcionó un modelo adecuado que cuenta con 490 caballos de fuerza, un diseño ergonómico y un innovador sistema conocido como *Range Extender*. Este dispositivo, que funciona con biodiésel, permite cargar las baterías durante el uso, lo que aumenta significativamente su tiempo operativo comparado con los modelos diésel tradicionales.
En el campus Garching, la distancia promedio para atender emergencias es solo de 2.4 kilómetros. Con cinco o seis intervenciones diarias y una duración media de 30 minutos por operación, los vehículos eléctricos suelen tener suficiente batería para realizar la mayoría de las salidas sin necesidad de recarga o activar el Range Extender.
Después de un año en funcionamiento, los nuevos camiones han mostrado mejoras notables. La bombera Isa Kraus destacó que el menor nivel de ruido durante los desplazamientos facilita la comunicación entre compañeros: “Podemos entendernos mejor y escuchar las comunicaciones sin problemas; esto representa una gran mejora en seguridad y confort”. Además, al trabajar cerca del vehículo estacionado, el sonido generado por las bombas es considerablemente menor que el producido por los antiguos camiones diésel.
Otro aspecto positivo es que más del 97% de las intervenciones ya no generan emisiones contaminantes gracias al uso eléctrico. Los equipos y herramientas funcionan con energía limpia proveniente de las baterías del vehículo. Solo durante operaciones prolongadas se activa el Range Extender para apoyar a la potente bomba de agua.
Mientras tanto, se planea hacer aún más sostenible el proceso de carga mediante una instalación fotovoltaica en el techo del parque de bomberos. Wettlaufer concluyó: “Nuestra experiencia demuestra que la movilidad eléctrica es viable para servicios de emergencia. Espero que muchas otras estaciones sigan este camino; hay un gran interés al respecto”.