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Estudio revela la posibilidad de tratamientos personalizados para el cáncer de próstata

Investigación cáncer

Redacción | Martes 14 de octubre de 2025

Un estudio pionero de la Universidad de Manchester identifica variantes genéticas que aumentan la sensibilidad a la radiación en pacientes con cáncer de próstata, permitiendo tratamientos más personalizados y reduciendo complicaciones.



Un estudio innovador liderado por científicos de la Universidad de Manchester ha descubierto variantes genéticas que hacen que algunos pacientes sean más sensibles a la radiación en áreas específicas del recto. Este hallazgo podría **reducir el riesgo de complicaciones severas** en el intestino tras la radioterapia, conocida como toxicidad rectal, y marca un avance hacia un enfoque más personalizado en el tratamiento del cáncer de próstata.

La investigación, financiada por Prostate Cancer UK, se ha publicado hoy en la revista Clinical Cancer Research. El estudio fue dirigido por la investigadora de doctorado Artemis Bouzaki, quien también es investigadora honoraria en el The Christie NHS Foundation Trust.

Bouzaki destaca que su trabajo es pionero al combinar datos genéticos con mapas espaciales detallados sobre la entrega de radiación en el recto. Aunque los científicos ya habían identificado la parte posterior inferior del recto como significativa para las toxicidades rectales después de la radioterapia para el cáncer de próstata, este estudio es el primero en incorporar información genética en este contexto.

Nuevos enfoques para minimizar efectos secundarios

“La toxicidad rectal es una preocupación importante para los pacientes que reciben radioterapia para el cáncer de próstata, que es el tipo de cáncer más común entre los hombres y actualmente también el más frecuente en Inglaterra”, afirma Bouzaki. A pesar de que las pautas de dosis limitan la tasa general de toxicidad rectal a aproximadamente un 10%, muchos pacientes experimentan deterioro en su función intestinal durante y después del tratamiento.

Algunos pueden sufrir complicaciones severas y persistentes, como incontinencia o sangrado rectal, lo cual afecta permanentemente su calidad de vida. Los investigadores analizaron datos de 1,293 pacientes con cáncer de próstata como parte del estudio internacional REQUITE, que recopiló resultados de radioterapia desde 17 hospitales en Europa y EE.UU. entre 2014 y 2016.

Para cada una de las tres variantes genéticas vinculadas a una mayor sensibilidad a la radiación, los pacientes fueron agrupados según si portaban dicha variante.

Análisis detallado revela nuevas oportunidades

Los datos fueron analizados junto con mapas de dosis sobre la superficie del recto, utilizando una metodología desarrollada por el equipo en trabajos anteriores. Estos mapas mostraron que las regiones de riesgo estaban consistentemente ubicadas en la parte posterior inferior del recto. Para ello, los científicos emplearon un método especial que analiza datos de imágenes tridimensionales mediante unidades volumétricas llamadas voxeles, equivalentes tridimensionales a un píxel.

A diferencia de medir promedios generales de dosis en una región determinada, el Análisis Basado en Vóxeles examina los datos voxel a voxel a través de toda la imagen. Esto permite identificar áreas más pequeñas dentro de los órganos donde se relaciona una mayor dosis de radiación con diferentes efectos secundarios del tratamiento.

Dr. Alan McWilliam, coautor y supervisor del estudio, señala: “Nuestro trabajo ha revelado que los pacientes con ciertas variantes genéticas podrían beneficiarse de dosis más bajas de radiación en esas partes específicas del recto, lo cual podría marcar una diferencia significativa en su recuperación.” Sin embargo, advierte que estos hallazgos son preliminares y serán necesarios estudios clínicos para confirmar su seguridad y efectividad antes de realizar cambios en tratamientos estándar.

Paso hacia tratamientos personalizados

Una razón por la cual la parte inferior del recto puede ser particularmente sensible radica en las diferencias anatómicas y funcionales entre las partes alta e inferior del mismo, lo cual podría influir en su respuesta a la radiación. Estas diferencias juegan un papel clave en la inflamación y respuesta inmune y probablemente están afectadas por diversas variantes genéticas analizadas por los investigadores.

Dr. Hayley Luxton, jefa de Impacto e Investigación en Prostate Cancer UK, subraya: “No hay dos cánceres prostáticos iguales; diferentes hombres optarán por distintos tratamientos. Sabemos que la radioterapia es un método extremadamente efectivo para tratar a hombres con cáncer prostático; sin embargo, puede tener efectos secundarios que cambian vidas.”

Luxton añade: “Gracias al financiamiento conjunto entre Prostate Cancer UK y Movember, el equipo en Manchester ha combinado ambos métodos y ahora puede ajustar la entrega de radioterapia basada en la genética del paciente.” Este enfoque personalizado representa un avance significativo hacia asegurar que cada hombre reciba **el tratamiento adecuado** en el momento oportuno.

El artículo titulado Integration of dose surface maps and genetic data identifies the lower posterior rectum as a key region for toxicity after prostate cancer radiotherapy, DOI: xxxxxxxxxxxx está disponible aquí.

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