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Científicos del MIT estudian tormentas geoespaciales recientes y sus impresionantes auroras

Investigación espacial

José Enrique González | Viernes 14 de noviembre de 2025

Científicos del MIT Haystack estudian tormentas geoespaciales recientes que han permitido avistamientos de auroras en Nueva Inglaterra, impulsados por la actividad solar y geomagnética.



Las auroras boreales, uno de los espectáculos visuales más impresionantes de la naturaleza, han sorprendido a los habitantes de Nueva Inglaterra en los últimos años. Aunque tradicionalmente se pensaba que para observar este fenómeno era necesario viajar al norte de Canadá o a Alaska, recientes eventos han permitido que estas coloridas exhibiciones sean visibles incluso desde los jardines traseros de muchas casas en la región.

Este fenómeno ha sido impulsado por una mayor actividad del clima espacial, un área de estudio que ha captado la atención de un equipo de científicos del MIT Haystack Observatory. Las auroras se generan cuando partículas energizadas en el espacio interactúan con los gases en las capas superiores de la atmósfera terrestre. Eventos como las eyecciones de masa coronal, donde grandes cantidades de material son expulsadas del sol, junto con tormentas geomagnéticas, aumentan significativamente la energía en las regiones cercanas a nuestro planeta.

Aumento de las Auroras en Nueva Inglaterra

Como resultado de esta actividad espacial intensificada, Nueva Inglaterra ha disfrutado de una serie de espectáculos luminosos, incluyendo las impresionantes exhibiciones vistas recientemente y aquellas durante las intensas tormentas solares ocurridas en mayo y octubre. La investigación indica que estos fenómenos ocurren cuando átomos y moléculas seleccionados en la alta atmósfera son excitados por partículas cargadas que llegan con energía elevada debido a la intensa actividad solar.

Los colores más comunes observados en las auroras son el rosa/rojo y el verde, variando según la altitud donde se producen estas reacciones. Las auroras rojas provienen de partículas de baja energía que excitan el oxígeno neutro a altitudes superiores a 150 millas, mientras que las verdes son generadas por partículas de mayor energía a altitudes inferiores. En ocasiones raras, se pueden observar auroras púrpuras y azules, resultantes de iones molecularmente excitados durante eventos particularmente intensos.

Métodos para Medir la Actividad Geomagnética

Los científicos emplean varios métodos para medir la magnitud de la actividad geomagnética responsable de las auroras. Uno de ellos utiliza equipos sensibles para medir campos magnéticos distribuidos globalmente, obteniendo lo que se conoce como índice Kp. Este índice varía entre 1 (mínima actividad) y 9 (máxima actividad) cada tres horas. Valores altos del índice Kp sugieren una mayor probabilidad —aunque no garantizada— de avistamientos aurorales en latitudes más bajas.

Recientemente, el índice Kp alcanzó un valor impresionante de 9, lo que indica una fuerte actividad dentro del sistema sol-tierra. En el MIT Haystack Observatory, ubicado en Westford, Massachusetts, los científicos estudian continuamente la atmósfera y sus auroras mediante una combinación de observaciones realizadas con diversos instrumentos, incluidos radares atmosféricos y datos satelitales.

Importancia del Estudio del Clima Espacial

La investigación sobre el clima espacial es fundamental para nuestra civilización cada vez más orientada hacia el espacio. Comprender cómo el clima espacial afecta aspectos críticos como los sistemas GPS, la infraestructura global de comunicación y la seguridad eléctrica es vital. A medida que avanzamos hacia una mayor utilización del espacio cercano a la Tierra para constelaciones satelitales comerciales y otros sistemas, este conocimiento se vuelve aún más relevante.

Larisa Goncharenko, científica líder en geoespacio y subdirectora del Haystack, destaca: "Entender el clima espacial lo suficiente como para predecirlo es considerablemente más desafiante que pronosticar el tiempo normal cerca del suelo". Esta complejidad se debe a las vastas distancias involucradas y a la interacción entre diferentes elementos atmosféricos.

Perspectivas Futuras sobre las Auroras Boreales

A medida que nos adentramos en un período posterior al último máximo solar ocurrido hace menos de un año, los entusiastas de las auroras pueden esperar más oportunidades para presenciar estos deslumbrantes fenómenos naturales durante los próximos tres años. Sin embargo, aun con investigaciones exhaustivas hasta ahora, todavía queda mucho por aprender sobre cómo el clima espacial influye en nuestro entorno cercano a la Tierra.

Para obtener pronósticos actualizados sobre el clima espacial y posibles eventos aurorales, se puede visitar SpaceWeather.com o el sitio Aurora Viewline del NOAA.

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