Universidades Europeas

Los virus de la gripe aviar son resistentes a la fiebre, lo que los convierte en una grave amenaza para los humanos

Influenza aviar

Redacción | Lunes 01 de diciembre de 2025

Los virus de la gripe aviar son resistentes a la fiebre, lo que los convierte en una amenaza significativa para los humanos, según un estudio de universidades británicas.



Un estudio reciente revela que los virus de la gripe aviar representan una amenaza significativa para los humanos, ya que pueden replicarse a temperaturas superiores a las que normalmente se alcanzan durante un episodio de fiebre. Esta investigación, liderada por las universidades de Cambbridge y Glasgow, ha sido publicada en la revista Science.

Los científicos identificaron un gen crucial que determina la sensibilidad térmica de los virus. Durante las pandemias mortales de 1957 y 1968, este gen se transfirió a los virus de la gripe humana, lo que permitió su proliferación. Los virus de la gripe humana causan millones de infecciones anualmente, siendo los virus de influenza A los más comunes entre ellos.

Estos virus tienden a prosperar en el tracto respiratorio superior, donde la temperatura ronda los 33°C, en lugar de en los pulmones, donde se alcanza aproximadamente 37°C. Sin control, un virus puede replicarse y diseminarse por todo el organismo, provocando enfermedades que pueden llegar a ser graves. La fiebre es uno de los mecanismos de defensa del cuerpo humano, elevando la temperatura hasta 41°C; sin embargo, no estaba claro cómo esta respuesta febril detiene a algunos virus y por qué otros logran sobrevivir.

Resistencia de los Virus Aviar ante la Fiebre

A diferencia de los virus de la gripe humana, los virus de influenza aviar suelen desarrollarse en el tracto respiratorio inferior. En sus hospedadores naturales, como patos y gaviotas, estos virus infectan frecuentemente el intestino, donde las temperaturas pueden alcanzar entre 40-42°C.

Investigaciones anteriores utilizando células cultivadas habían demostrado que los virus aviares parecen ser más resistentes a las temperaturas típicas asociadas con la fiebre en humanos. El estudio actual utiliza modelos in vivo —ratones infectados con virus de influenza— para explicar cómo la fiebre nos protege y por qué podría no ser suficiente contra la influenza aviar.

Un equipo internacional simuló en ratones lo que ocurre durante una fiebre tras infecciones por influenza. Para ello, utilizaron un virus adaptado al laboratorio conocido como PR8, originado en humanos y sin riesgo para ellos. Aunque los ratones no desarrollan fiebre naturalmente frente a estos virus, los investigadores lograron imitar su efecto al elevar la temperatura ambiente donde estaban alojados.

Implicaciones del Estudio para la Salud Pública

Los resultados mostraron que aumentar la temperatura corporal a niveles febril es eficaz para detener la replicación de virus gripales humanos; sin embargo, esto probablemente no detendrá a los virus aviares. La fiebre demostró proteger contra infecciones severas por estos últimos; incluso un incremento de solo 2°C puede transformar una infección letal en una enfermedad leve.

El estudio también reveló que el gen PB1 del virus es fundamental para establecer su sensibilidad térmica. Los virus portadores de un gen PB1 similar al aviar pudieron resistir las altas temperaturas asociadas con la fiebre y causaron enfermedades graves en los ratones. Este hallazgo es crucial dado que tanto los virus gripales humanos como aviares pueden intercambiar genes cuando co-infectan a un mismo hospedador, como sucede con los cerdos.

El Dr. Matt Turnbull, primer autor del estudio desde el Centro de Investigación Viral del Consejo Médico en Glasgow, destacó: “La capacidad de los virus para intercambiar genes sigue siendo una fuente continua de amenaza para nuevos virus gripales”. Este fenómeno ya se observó durante pandemias pasadas como las mencionadas anteriormente.

Importancia del Monitoreo y Preparación ante Pandemias

El profesor Sam Wilson del Instituto de Inmunología Terapéutica e Infectología en Cambridge subrayó: “Aunque las infecciones humanas por gripe aviar son poco frecuentes, aún se registran decenas cada año”. Las tasas de mortalidad han sido alarmantemente altas históricamente; por ejemplo, las infecciones H5N1 han causado más del 40% de mortalidad.

Comprender qué factores hacen que estos virus causen enfermedades graves en humanos es vital para mejorar nuestros esfuerzos en vigilancia y preparación ante pandemias. Además, el equipo enfatiza que aunque sus hallazgos podrían influir en tratamientos futuros, se necesita más investigación antes de realizar cambios significativos en las pautas terapéuticas.

La fiebre suele tratarse con medicamentos antipiréticos como ibuprofeno y aspirina; sin embargo, hay evidencia clínica que sugiere que tratarla no siempre beneficia al paciente e incluso podría promover la transmisión del virus entre humanos.

La profesora Wendy Barclay comentó sobre el estudio: “Este elegante trabajo se basa en la observación simple pero poderosa de que diferentes animales tienen distintas temperaturas corporales”. Esto puede afectar cómo se replican los virus al cruzar barreras entre especies.

A medida que avanzamos hacia una mayor comprensión sobre estos patógenos emergentes y su comportamiento frente a condiciones fisiológicas humanas como la fiebre, se hace evidente la necesidad urgente de monitorear cepas gripales aviares para prepararnos ante posibles brotes futuros.

TEMAS RELACIONADOS:


Noticias relacionadas