Es curioso cómo van cambiando los hábitos para los usuarios de los teléfonos móviles. Antes, cuando los teléfonos se llamaban solo” teléfonos móviles” y no eran inteligentes (ni necesarios), recargábamos el dispositivo una vez cada varios días, y siempre cuando el indicador de batería estaba al mínimo , aprovechando la larga noche para la laboriosa tarea de recargar el teléfono.
Todo ello ha llevado a la necesidad del dispositivo “siempre conectado”. Un dispositivo que no sólo tenga una batería de gran potencia y duración, sino que esta batería pueda recargarse de forma rápida en cualquier momento.
Ya no produce extrañeza ver a la gente conectado su cargador de móvil en cualquier lugar, incluso en el transporte público. Los usuarios “necesitan” estar permanentemente conectados a su vida digital: redes sociales, videos, mensajería. Esa necesidad de recargar de una forma rápida y sencilla los dispositivos ha generalizado el uso de varios cargadores para cada dispositivo. Ahora tenemos un cargador en casa, llevamos un cargador encima e incluso tenemos un cargador adicional en la oficina.
El uso del móvil obliga a tener un cargador a mano en cualquier momento, ya sea por ocio o por negocio, no podemos quedarnos “a oscuras”. El usuario es consciente de la importancia de tener el dispositivo siempre conectado y por ello, de forma creciente incorpora el cargador del móvil como un accesorio más de uso, como puede hacer con la funda o los auriculares.
Que los smartphones puedan cargarse de forma parcial en cuestión de minutos y de forma total en cuestión de un par de horas, es una necesidad que nos acompaña a la hora de elegir un teléfono, de forma que cualquier fabricante ya destaca como un elemento destacable y fundamental la carga rápida. Tanto es así que cada vez más usuarios cambian sus terminales ya usados por nuevos terminales de carga rápida, sólo porque de esta forma cubren esa necesidad de estar conectados de una forma casi segura.
Los cargadores de carga rápida ya sean de cable o inalámbricos, permiten un uso casi infinito del móvil, incluso cuando está cargando. No hace mucho tiempo, recibir una llamada mientras cargábamos nuestro dispositivo, podía llegar a ser una tortura. Hoy en día, la experiencia de recibir una llamada mientras cargas el teléfono de forma inalámbrica, cuando sólo tienes que separar el terminal de la base de carga para hablar con total y absoluta tranquilidad (y sin calentarte la oreja), para luego volver a acercar el terminal a la base, cuando terminas la llamada, es algo que no tiene precio.
En la actualidad, usamos nuestro Smartphone durante varias horas al día. Las redes sociales son las aplicaciones en las que pasamos más tiempo, seguido de juegos o aplicaciones de noticias. Además, si tienes una empresa o un negocio, te darás cuenta de la cantidad de tiempo que requiere utilizar las redes sociales de un negocio. Todo ello, implica que la batería de nuestro Smartphone se descargue rápida y que, en ocasiones, se necesita más de una carga diaria.
En definitiva, los móviles han sido los primeros dispositivos en aplicar el concepto de “siempre conectado”, pero aún queda mucho camino por recorrer y los fabricantes empiezan a presentar portátiles que cumplen el requisito de una carga rápida y sencilla para tener el dispositivo en “estado de alerta”