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Nuevos hallazgos sobre la contaminación en praderas marinas andaluzas

Investigación Andalucía

Redacción | Domingo 15 de diciembre de 2024

Investigadores del Instituto Universitario de Investigación Marina (INMAR) de la Universidad de Cádiz han descubierto que la contaminación por exceso de nutrientes y la presión de herbívoros afectan negativamente las praderas marinas, cruciales para el almacenamiento de carbono. Este estudio resalta cómo estos factores alteran la biodiversidad y la dinámica del ecosistema, lo que podría tener consecuencias devastadoras para los ecosistemas costeros y su capacidad de captura de carbono.



Investigadores del Instituto Universitario de Investigación Marina (INMAR), perteneciente a la Universidad de Cádiz (UCA), han llevado a cabo un estudio que revela los efectos del cambio climático y las interacciones entre plantas y animales en los ciclos de carbono de las praderas marinas. Este fenómeno tiene implicaciones significativas tanto para la biodiversidad marina como para la capacidad de estos ecosistemas de actuar como sumideros de carbono.

El análisis se realizó en una pradera de Cymodocea nodosa ubicada en la bahía gaditana, en aguas poco profundas. La investigación fue financiada por varios proyectos, incluyendo el programa ‘Seagrass ecosystem: restoration and carbon dynamics as an intelligent, sustainable and inclusive growth of Cádiz Bay (ser-cady)’, impulsado por la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía, así como otros del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.

Efectos del exceso de nutrientes

Las praderas marinas son reconocidas como los mayores sumideros de carbono del planeta y juegan un papel crucial en la protección de los ecosistemas costeros. Sin embargo, el aumento de nutrientes debido a actividades humanas —como el uso excesivo de fertilizantes, la contaminación y las aguas residuales— está provocando un incremento en los niveles de nitrógeno y fósforo que pueden perjudicar estos entornos.

Este exceso provoca fenómenos como el sobrecrecimiento algal, toxicidad por amonio y alteraciones en las comunidades biológicas. En el artículo titulado ‘Nutrient enrichment and herbivory alter carbon balance in temperate seagrass communities’, publicado en la revista Marine Pollution Bulletin, los investigadores destacan cómo estos factores afectan negativamente tanto a la producción de carbono como a las estructuras comunitarias marinas.

Impacto estacional y consecuencias ecológicas

Los resultados indican que las praderas marinas reaccionan diversamente según las estaciones. Durante el invierno, el exceso de nutrientes transforma estas comunidades en sistemas que consumen más carbono del que generan. Esto se debe a las bajas temperaturas y a la limitada luz solar, lo que incrementa la demanda energética para procesar esos nutrientes.

En contraste, durante el verano, condiciones más cálidas y luminosas favorecen el crecimiento tanto de las praderas como de organismos fotosintéticos asociados. Sin embargo, este enriquecimiento también lleva a un mayor consumo por parte de herbívoros, lo que resulta en una disminución generalizada en la producción de carbono durante ambas estaciones. Además, el daño ocasionado a las plantas contribuye a la erosión y pérdida del carbono almacenado en los sedimentos marinos.

La investigadora Rocío Jiménez ha señalado que “la pérdida de vegetación puede tener consecuencias devastadoras para la biodiversidad marina”, enfatizando así la importancia crítica del equilibrio ecológico en estos hábitats. Los estudios continúan para entender cómo factores climáticos adicionales interactúan con estas presiones ambientales.

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