Una investigación de la UPCT revela que los envases activos de cartón y papel con aceites esenciales encapsulados son efectivos para inhibir la producción de etileno en frutas y verduras, mejorando su calidad postcosecha. La tesis demostró una reducción del 40-50% en la producción de etileno durante el almacenamiento y un aumento del 30-70% en compuestos fenólicos y capacidad antioxidante. Esta innovación representa una alternativa sostenible frente a los envases plásticos.
Una reciente investigación doctoral de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) ha revelado la efectividad de los envases activos sostenibles elaborados con cartón y papel que incorporan aceites esenciales encapsulados. Estos envases tienen el potencial de preservar las características de calidad postcosecha de frutas y verduras, como la firmeza, el color y su valor nutricional, lo que contribuye a extender su vida útil.
La tesis presentada por Alejandra Navarro Martínez demuestra que los aceites esenciales liberados desde estos envases pueden reducir la producción de etileno en productos como los melocotones paraguayos entre un 40% y 50% durante el almacenamiento en frío, y hasta un 70% durante su comercialización. Además, se observó un incremento del 30% en el contenido de compuestos fenólicos y un aumento del 70% en la capacidad antioxidante.
Los estudios también abarcaron otras frutas como arándanos, moras y limones, así como hortalizas frescas como brócoli y tomate, además de champiñón laminado. En todos los casos se encontraron efectos beneficiosos para conservar diferentes atributos de calidad postcosecha gracias a los aceites esenciales utilizados, que incluyen especies como orégano y canela, así como cítricos como bergamota y pomelo.
La investigación validó la eficacia de sistemas de envasado activo ya en producción industrial, simulando condiciones reales de conservación refrigerada y comercialización bajo diversos escenarios de temperatura y humedad relativa. Esto incluye tanto condiciones óptimas como aquellas desaconsejadas pero comunes en la cadena de distribución.
Ginés Benito Martínez Hernández, director de la tesis, explica que “los aceites esenciales no solo poseen propiedades antimicrobianas bien documentadas, sino que también han demostrado un efecto inhibidor sobre la producción de etileno postcosecha”. Sin embargo, destaca que antes de esta investigación no se había realizado un estudio exhaustivo sobre su impacto en las enzimas clave involucradas en esta ruta biosintética.
El grupo dirigido por el catedrático Antonio López Gómez, especializado en Ingeniería del Frío y Seguridad Alimentaria, ha estado trabajando durante años en el desarrollo y optimización de estos sistemas sostenibles. Los envases activos son fabricados con cartón reciclado e incorporan aceites esenciales encapsulados mediante ciclodextrina, un derivado del almidón.
López Gómez subraya la necesidad urgente de innovar en tecnologías postcosecha y nuevos sistemas de envasado para mejorar la conservación de productos hortofrutícolas españoles durante su distribución. “Esto es esencial para asegurar que lleguen al consumidor con una calidad superior frente a otros países competidores”, afirma. Además, resalta que el uso de aceites esenciales encapsulados convierte a estos envases activos en una opción reciclable y sostenible frente a los plásticos tradicionales, cuya repercusión ambiental es cada vez más cuestionada.
Esta tesis forma parte del programa doctoral en Técnicas Avanzadas de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario de la UPCT y ha sido financiada por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, así como por iniciativas europeas como NextGenerationEU.