Investigadores del Grupo de Inmunología Tumoral de la Universidad de Oviedo han identificado una nueva diana inmunológica, la proteína LILRB4, en la leucemia linfática crónica, la forma más común de leucemia en adultos. Este hallazgo sugiere que LILRB4 podría ser un biomarcador para el pronóstico y abre nuevas posibilidades para terapias que mejoren la respuesta inmune contra el tumor. La investigación fue apoyada por varias instituciones y representa un avance hacia tratamientos más personalizados.
Investigadores del IUOPA de la Universidad de Oviedo descubren una nueva diana inmunológica en la leucemia más común en adultos
El Grupo de Inmunología Tumoral de la Universidad de Oviedo, que forma parte del Instituto Universitario de Oncología del Principado de Asturias (IUOPA) y del Instituto de Investigación Sanitaria del Principado de Asturias (ISPA), ha realizado un hallazgo significativo al identificar una nueva diana inmunológica con potencial terapéutico en la leucemia linfática crónica (LLC), considerada la forma más prevalente de leucemia en adultos.
Este estudio, dirigido por el catedrático Segundo González, junto a los autores principales, el doctor Christian Sordo Bahamonde y la investigadora predoctoral Alejandra Martínez Pérez, ha destacado el papel crucial de la molécula LILRB4 en el desarrollo y progresión de esta enfermedad. La investigación contó con la colaboración de equipos clínicos del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y del Hospital de Cabueñes.
Los investigadores han observado que los niveles de LILRB4 son anormalmente altos en las células tumorales de pacientes con LLC, especialmente en etapas avanzadas. Esta proteína facilita que las células cancerosas evadan la respuesta inmunitaria del organismo.
Además, se demostró que el bloqueo de LILRB4 en modelos experimentales puede restaurar la actividad del sistema inmunitario contra el tumor, lo que sugiere nuevas oportunidades para desarrollar terapias dirigidas que potencien la respuesta inmune y detengan el avance de la enfermedad.
El estudio también revela que una forma soluble de esta proteína, detectable en sangre, está asociada con un pronóstico clínico desfavorable, convirtiéndola en un biomarcador prometedor para identificar a pacientes con peor evolución.
Dicha investigación ha sido posible gracias al apoyo financiero del Instituto de Salud Carlos III y del Principado de Asturias, así como a la colaboración esencial de la asociación asturiana Xti Xtod@s. Los hallazgos representan un avance significativo hacia tratamientos más eficaces y personalizados para quienes padecen leucemia linfática crónica.
Pie de foto: De izquierda a derecha: Alejandra Martínez (Universidad de Oviedo), Segundo González (Universidad de Oviedo), Ana Pilar González (HUCA), Candelaria Aguilar (Universidad de Oviedo), Lucia Morais (HUCA), Esther González (Cabueñes), Ángel Ramírez (HUCA), Jesús Pascual (Universidad de Oviedo), Rocío Granda (Universidad de Oviedo), Christian Sordo (Universidad de Oviedo) y David Carballo (Cabueñes).