Salud

Fortalecer la investigación local en salud sexual y reproductiva

Investigación Salud

Redacción | Viernes 25 de julio de 2025

La Alianza HRP fortalece la investigación en salud sexual y reproductiva, capacitando a investigadores locales para mejorar servicios y políticas basadas en datos, adaptándose a contextos específicos y necesidades urgentes.



  • La investigación como pilar fundamental

    En el ámbito de la salud sexual y reproductiva, cada política e intervención que busca mejorar los resultados de los servicios está respaldada por una sólida investigación. Este proceso requiere un personal investigador debidamente capacitado. Cuando las decisiones se fundamentan en datos precisos, los sistemas de salud operan con mayor eficacia, lo que se traduce en un mejoramiento de los servicios y en el respeto a los derechos de las personas.

    Los centros regionales de la Alianza HRP han demostrado cómo fortalecer de manera sostenible la capacidad investigadora en salud y derechos sexuales y reproductivos. Coordinada por el Programa Especial de las Naciones Unidas para Investigaciones en Reproducción Humana, esta Alianza reúne a siete centros regionales que actúan como catalizadores del conocimiento, la colaboración y la innovación, con el objetivo de promover la salud y los derechos universales.

    Desde su fundación en 2017, estos centros han capacitado a investigadores e instituciones locales mediante formación, mentoría, becas y apoyo institucional. Esto les ha permitido adaptarse a diversos contextos y enfrentar algunos de los desafíos más urgentes en el ámbito de la salud y los derechos sexuales y reproductivos a nivel global. A continuación, se presentan varias experiencias que evidencian los beneficios de la investigación local dentro de esta iniciativa.

    Experiencias destacadas en diferentes regiones

    En Brasil, el centro para la Región de las Américas, ubicado en el Centro de Pesquisas em Saúde Reprodutiva de Campinas (CEMICAMP), ha respondido a la crisis migratoria venezolana formando a personal investigador para estudiar las necesidades específicas de salud y derechos sexuales y reproductivos de las personas desplazadas. Los resultados obtenidos han subsanado carencias significativas en datos sobre acceso a atención sanitaria, tratamiento del VIH y violencia sexual.

    En Burkina Faso, el centro para África francófona ha creado un centro regional dedicado a datos y capacitación. Cincuenta egresados lideran actualmente investigaciones en salud pública que están orientando estrategias efectivas sobre anticoncepción tras el parto y atención materna.

    Por su parte, en Ghana, el centro anglófono ha establecido un programa conjunto con la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres para formar investigadores cualificados. Muchos egresados ahora dirigen unidades nacionales dedicadas a estudios sobre calidad del servicio y atención materna durante la adolescencia.

    Capacitación e innovación ante desafíos globales

    En Kenia, se implementó un programa formativo para ayudar al personal investigador a reflexionar sobre sus creencias personales respecto a temas delicados como el aborto o el VIH. Este modelo ha sido adoptado ampliamente en todo el continente africano.

    El centro situado en Pakistán, trabajó directamente con hospitales durante la pandemia de COVID-19, formando investigadores e influyendo positivamente en prácticas relacionadas con la atención materna.

    Asimismo, en Tailandia, se capacitó a investigadores locales para generar datos relevantes sobre atención materna respetuosa y tamizaje del cáncer cervical, contribuyendo así a mejorar políticas públicas vitales.

    Un futuro basado en la investigación local

    Finalmente, en Viet Nam, se incorporó una especialización en salud sexual y reproductiva dentro del programa de Maestría Internacional en Salud Pública, dotando así a los investigadores con herramientas esenciales para abordar problemáticas críticas.

    Todas estas iniciativas demuestran cómo cada centro adopta enfoques únicos pero comparten un mismo objetivo: establecer ecosistemas sostenibles dirigidos desde las regiones que atiendan necesidades locales específicas. La formación local no solo mejora las competencias investigadoras sino que también permite que los sistemas de salud respondan eficazmente ante las demandas sociales actuales.

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