“Queríamos una compañía donde la tecnología estuviera al servicio del negocio, aportando valor real”, explica Raúl Melo, cofundador y asesor técnico. Esa visión ha permitido que Datadope compita hoy con gigantes internacionales, trabajando con empresas del IBEX 35 y líderes en sectores como la energía, las telecomunicaciones, la banca o la industria.
Su propuesta se apoya en tres pilares: observabilidad avanzada, inteligencia artificial bien integrada y una filosofía de servicio basada en la confianza. Datadope evita las dependencias de software cerrado apostando por soluciones basadas en código abierto, lo que permite a sus clientes mantener la libertad tecnológica y centrarse en los resultados.
El corazón de su oferta es IOMETRICS Observability, una plataforma que actúa como un “escáner 24/7” del sistema nervioso de la organización. Monitoriza aplicaciones, redes, bases de datos o nubes híbridas, detectando anomalías antes de que se noten los fallos. Su integración con algoritmos de machine learning permite anticipar incidentes, priorizarlos según su impacto y acelerar su resolución.
“Tomar decisiones en tiempo real ya no es un lujo: es una necesidad crítica para cualquier empresa compleja”, afirma Sergio Monge, CEO y cofundador. Bajo su liderazgo, Datadope ha consolidado un crecimiento a doble dígito desde 2018, impulsando una visión de IA generativa aplicada a operaciones TIC.
Junto a su plataforma principal, la familia IOMETRICS incluye soluciones complementarias como Synthetix, que simula el comportamiento real de los usuarios para detectar cuellos de botella antes de que afecten al cliente; y Telco Xperience, enfocada en operadores de telecomunicaciones, que evalúa la calidad de la red fija y WiFi desde la perspectiva del usuario final.
Pero el salto más disruptivo llega con SmartOps, un ecosistema de agentes autónomos de inteligencia artificial que no solo observan, sino que diagnostican y actúan. Estos sistemas pueden resolver incidencias en tiempo real con mínima intervención humana, reduciendo drásticamente los tiempos de indisponibilidad (MTTR) y los costes operativos.
El modelo de Datadope marca una transición clave: pasar de una gestión reactiva a una operación predictiva y autosuficiente, donde los sistemas se reparan solos antes de fallar. “Nuestro objetivo es construir un futuro donde el 99.999999% de tiempo de actividad sea la norma”, subraya Monge.
La compañía proyecta su expansión internacional con la aspiración de liderar el paradigma SmartOps: operaciones inteligentes, impulsadas por IA, centradas en la resiliencia y el valor real para el cliente. Su lema lo resume bien: “La IA no es magia; es conocimiento aplicado a resolver problemas reales.”
Con tecnología propia, mentalidad abierta y un enfoque humano, Datadope representa la nueva generación de empresas que están redefiniendo la infraestructura digital del futuro.