Un nuevo modelo de alquiler justo busca mitigar el cambio climático al compartir equitativamente los costos de renovación de edificios residenciales, beneficiando a inquilinos y propietarios.
Un nuevo modelo de facturación para los costos de calefacción podría impulsar la transición energética en el sector de la construcción. Este enfoque, denominado “Modelo de Alquiler Justo”, promete beneficiar a inquilinos, arrendadores, gobiernos y al medio ambiente.
El proyecto es fruto de la colaboración entre la Universidad de Kassel, la Universidad de Ciencias Aplicadas Zwickau (WHZ) y el Institut Wohnen und Umwelt (Instituto para la Vivienda y el Medio Ambiente), junto con la LMU. Según el profesor Bernhard Gill, del Departamento de Sociología de LMU, “Alemania se encuentra rezagada respecto a sus objetivos climáticos. Aún queda mucho por hacer, especialmente en el sector de la construcción”. Sin embargo, las condiciones políticas y las leyes de arrendamiento actuales no ofrecen incentivos efectivos para invertir en la renovación de edificios residenciales.
Bajo este nuevo modelo, el alquiler que incluye calefacción —conocido en alemán como “alquiler parcial cálido”— no aumenta tras la renovación del edificio. Esto resulta beneficioso para los inquilinos, ya que asegura estabilidad en sus gastos. A su vez, proporciona un incentivo más sólido para los arrendadores a largo plazo en comparación con el sistema actual, que distribuye los costos de modernización basándose en los cargos netos de alquiler (sin incluir calefacción).
Una mayoría significativa de los encuestados durante el proyecto considera que este nuevo modelo es atractivo y justo tanto para inquilinos como para arrendadores. Además, puede contribuir a reducir conflictos entre ambas partes. Un análisis legal indica que esta transición hacia el “Modelo de Alquiler Justo” se alinea con la legislación europea y con los derechos fundamentales establecidos en los contratos de arrendamiento.
El proyecto interdisciplinario cuenta con financiamiento del Ministerio Federal de Economía y Energía de Alemania. Se basa en meses de mediciones de temperatura realizadas en 200 hogares pertenecientes a la asociación municipal jenawohnen. Además, se llevaron a cabo encuestas exhaustivas a aproximadamente 2,000 inquilinos y arrendadores, involucrando también a expertos en vivienda como administradores inmobiliarios, empresas de facturación y consultores energéticos mediante talleres colaborativos.
Este innovador enfoque podría marcar un hito significativo en la lucha contra el cambio climático al transformar cómo se gestionan los costos asociados a la calefacción en edificios residenciales.