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Nuevos hallazgos sobre la estructura nasal de los Neandertales a partir del esqueleto de Altamura

Investigación Neandertales

Redacción | Jueves 20 de noviembre de 2025

Un estudio internacional revela nuevos detalles sobre la morfología nasal de los Neanderthales a partir del esqueleto de Altamura, desafiando teorías previas y sugiriendo adaptaciones al clima frío.



Un estudio reciente revela nuevos detalles sobre la conformación del rostro de los Neanderthales, así como su adaptación a climas fríos. Esta investigación fue llevada a cabo por un equipo internacional de investigadores, que incluye a científicos de las universidades de Perugia, Pisa y Sapienza en Italia, así como del IPHES y la Universidad de Tarragona en España. Los hallazgos fueron publicados en los “Proceedings of the National Academy of Sciences USA” (PNAS).

El foco del estudio es la cavidad nasal del Neanderthal de Altamura, un esqueleto excepcionalmente bien conservado encontrado en Puglia, Italia. Este hallazgo proporciona una visión única sobre las estructuras morfológicas del nariz de esta especie, que durante mucho tiempo ha sido objeto de debate entre los científicos.

Los Neanderthales (Homo neanderthalensis) presentan una morfología facial distintiva, caracterizada por grandes órbitas y prominentes arcos superciliares, así como una amplia apertura nasal y un rasgo conocido como “prognatismo medio-faccial”. La estructura nasal de los Neanderthales ha sido considerada "inusual", ya que contrasta con las características típicas de las poblaciones humanas adaptadas a climas fríos.

Nuevas perspectivas sobre la morfología nasal

Investigaciones anteriores habían sugerido que ciertas características internas del nariz podrían ser exclusivas de los Neanderthales, basándose en restos frecuentemente fragmentarios e incompletos. Sin embargo, el nuevo artículo liderado por Costantino Buzi y sus colegas ofrece un análisis detallado y tridimensional de la única cavidad nasal conocida de un Neanderthal, donde estas estructuras se han conservado casi intactas.

El esqueleto fue descubierto en 1993 dentro de una cueva cerca de Altamura y data entre 130.000 y 172.000 años atrás. En la última década, ha sido objeto de numerosos estudios gracias a un proyecto PRIN dirigido por el profesor Giorgio Manzi de Sapienza. La investigación actual utilizó tecnologías endoscópicas para examinar directamente el sistema kárstico donde se encuentra el esqueleto.

“El contexto y las condiciones particulares en las que se encontró el Neanderthal de Altamura lo convierten en el esqueleto humano más completo descubierto hasta ahora”, afirma Giorgio Manzi. A pesar de estar atrapado en un sistema kárstico complejo, este hallazgo sigue proporcionando información valiosa sobre la evolución de los Neanderthales y nuestras propias raíces.

Análisis innovador con tecnología avanzada

Esta investigación ha permitido examinar por primera vez la morfología interna de la cavidad nasal del Neanderthal, descartando la existencia de rasgos nasales específicos para esta especie. Además, gracias a la tecnología endoscópica empleada, se creó un modelo 3D del nariz del esqueleto de Altamura, lo que servirá como base para futuros estudios sobre su capacidad respiratoria.

Antonio Profico, paleoantropólogo en la Universidad de Pisa, comenta que anteriormente se habían propuesto características nasales específicas para los Neanderthales sin evidencia fósil clara. El caso de Altamura ha demostrado finalmente que tales características no existen: “Aun sin estos adaptaciones, el nariz muestra un diseño eficiente para satisfacer las altas demandas energéticas propias de una especie adaptada al frío”.

Carlos Lorenzo, investigador del IPHES y la Universidad Rovira i Virgili en Tarragona, coincide: “Al considerar la bioenergética, el aparente paréntesis sobre la gran apertura nasal deja de serlo. Es lo que uno podría esperar en una especie adaptada al frío con una morfología craneal ‘arcaica’”.

Implicaciones evolutivas significativas

Otro aspecto relevante es que el prognatismo medio-faccial típico no estaría relacionado directamente con factores funcionales del tracto respiratorio superior; más bien podría estar vinculado a otros cambios evolutivos y morfológicos interrelacionados.

Costantino Buzi, actualmente en la Universidad de Perugia y anteriormente parte del IPHES donde se llevó a cabo este análisis, concluye: “La cavidad nasal del Neanderthal Altamura muestra similitudes funcionales con la nuestra aunque su morfología externa sea completamente diferente. Esto sugiere una relación inversa: mientras que la cavidad nasal acompaña al prognatismo solo en su parte anterior, esta permanece prácticamente inalterada internamente”. Así pues, se postula que factores adaptativos distintos han influido en la morfología facial neandertal, generando un modelo alternativo al nuestro pero adecuado para el clima riguroso del tardío Pleistoceno europeo.

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