El 15 de agosto a las 19:40 CEST ha tenido lugar, desde la base china de Jiuquan, el lanzamiento de un cohete LM-2D que ha puesto en órbita, a unos 500 km de altura, tres mini satélites. Uno de ellos es el 3Cat-2, el primer nanosatélite catalán que se pone en órbita en el espacio, que comenzará a realizar diversos ensayos científicos para el uso de las señales de navegación (GPS, Galileo,…) para la observación de la tierra. El aparato ha sido construido por el grupo de Teledetección del Departamento de Teoría de la Señal y Comunicaciones y del NanoSat Lab de la UPC. Este laboratorio es una iniciativa de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Telecomunicación de Barcelona (ETSETB), con el apoyo del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña (IEEC), y tiene una triple vocación: científica, educativa y de servicio, ya que, a diferencia de otros laboratorios de este ámbito, ofrece a empresas e instituciones la posibilidad de calificar los componentes que se quieren enviar al espacio.
Los satélites en miniatura, especialmente los del tipo Cubesat, son sistemas de pequeño volumen de unos 10 centímetros de costado, que pesan entre 1 y 10 kg, pero con las mismas funcionalidades que un satélite convencional. En este sentido, el investigador Adriano Camps, uno de los directores del NanoSat Lab y responsable del 3Cat-2, comenta que estos aparatos permiten “probar cosas en el espacio que nadie ha probado nunca antes, como por ejemplo poner en órbita cargas útiles para hacer experimentos científicos o para analizar el comportamiento de un material o de una tecnología” o como “pequeñas misiones científicas”. Una parte de esta tecnología existe en el mercado y tiene un uso tan cotidiano como los chips o los transmisores receptores de comunicaciones sin hilo de los teléfonos móviles.
Entre las cargas que transporta el 3Cat-2, se encuentra también el seguidor estelar (star tracker) Mirabilis, desarrollado igualmente por el Departamento de Teoría de la Señal y Comunicaciones y del NanoSat Lab de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), y una magnetómetro experimental, desarrollado por el grupo de Astronomía Gravitacional-LISA del Instituto de Ciencias Espaciales (ICE), un centro conjunto del IECC y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) para el futuro observatorio espacial de ondas gravitacionales e-LISA de la Agencia Espacial Europea (ESA), de la misión LISA Pathfinder. Mediante esta colaboración, el 3Cat-2 servirá, además, de campo de pruebas en órbita de un instrumento diseñado para una futura misión de la ESA. Además, 3Cat-2 utilizará por primera vez en el espacio el FAPEC, un potente compresor de datos desarrollado por la empresa DAPCOM, una spin-off de la Universitat Politècnica de Catalunya i la Universitat de Barcelona.