El proyecto Life Nieblas, liderado por la UAB y el Cabildo de Gran Canaria, ha demostrado que los captadores de niebla son una solución eficiente para abastecer de agua a áreas áridas. Se han reforestado con éxito zonas afectadas por incendios en Gran Canaria y Portugal, utilizando tecnologías innovadoras que reducen la huella de carbono. Este enfoque se está expandiendo a otras regiones del mundo, incluyendo Chile y Cabo Verde, ofreciendo esperanza en la crisis hídrica global.
El proyecto europeo Life Nieblas, en el que ha participado la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), ha presentado su informe final, destacando que los colectores de niebla son altamente eficientes y representan una de las tecnologías más prometedoras para proporcionar agua a regiones inhóspitas y difíciles del planeta. Este proyecto ha logrado reforestar con éxito dos áreas devastadas por incendios en Gran Canaria y Portugal, así como una antigua cantera en Catalunya.
Life Nieblas ha sido coordinado por el Cabildo de Gran Canaria y Gesplan, con la colaboración de investigadores del CREAF, liderados por Vicenç Carabassa. También han participado expertos como Xavier Domene, del Departamento de Biología Animal, Biología Vegetal y Ecología de la UAB, junto a personal del ICIA, ITC, la Universidad de La Laguna (ULL), Heredad de Aguas de Arucas y Firgas, y la Comunidad Intermunicipal Visáis Dão Lafões en Portugal.
Desde su inicio en 2020, el proyecto ha probado y mejorado tres tipos diferentes de colectores de niebla. Estos han sido utilizados para reforestar el bosque de laurisilva del Barranco del Andén en Gran Canaria, así como para restaurar una cantera en Garraf, Catalunya, y un bosque quemado en Vouzela, Portugal. Las condiciones áridas han limitado previamente los resultados esperados en estos proyectos.
En Gran Canaria se han instalado aproximadamente 40 colectores con una superficie total de captación de 135 metros cuadrados. Estos han logrado recoger un total impresionante de 12.1901 litros de agua, permitiendo la plantación de 15.000 árboles pertenecientes a diversas especies autóctonas como el madroño canario o el brezo. La tasa de supervivencia alcanzada es del 86%, lo que duplica la media habitual del 40% observada en técnicas tradicionales.
Adicionalmente, se han implementado métodos innovadores para el riego y la reforestación. Uno destaca por su uso del método Cocoon: donuts hechos de cartón que se entierran llenos de agua para hidratar y proteger los árboles durante su primer año crítico. En cuanto al riego, se ha desarrollado un dispositivo que permite liberar agua automáticamente sin necesidad de energía externa ni emisiones contaminantes.
A nivel local, el equipo detrás de Life Nieblas está colaborando con otras iniciativas para expandir el uso de colectores a diferentes islas canarias con el fin de mitigar la crisis hídrica. En Tenerife se están utilizando para irrigar castaños; mientras que en Lanzarote se planea instalar varios colectores para restaurar la vegetación del macizo Famara. En Gran Canaria se trabaja también con un proyecto que permitirá a 400 ovejas acceder a 'agua de niebla' mientras pastan.
A nivel internacional, el proyecto ha llegado hasta Chungungo, un pueblo pesquero en Chile donde los colectores están siendo empleados para suministrar agua potable a sus habitantes. Asimismo, investigadores italianos están diseñando prototipos inspirados en Life Nieblas para reforestar áreas afectadas por incendios en el norte del país. En África, se colabora con Bifloras en Cabo Verde, donde se han instalado cinco colectores rudimentarios en Brava, una región con escasos recursos hídricos.
En El Hierro, donde el agua es escasa, sus residentes han desarrollado métodos ingeniosos a lo largo del tiempo para obtenerla. Una técnica ancestral consiste en almacenar las gotas recogidas por las hojas del árbol Garoé (Ocotea foetens) que prospera en ambientes húmedos y neblinosos.
Los tres tipos distintos de colectores utilizados en Life Nieblas están inspirados precisamente en esta función natural. El más innovador fue diseñado por ICIA y ULL tomando como modelo las acículas del pino canario, adaptadas específicamente para atrapar gotas de niebla. Este colector tiene una estructura sencilla similar a un peine metálico que puede ser instalado a dos alturas para maximizar su capacidad captadora.
Por otro lado, también se emplearon colectores tipo torre recubiertos con mallas especiales utilizadas comúnmente para estabilizar taludes. Además, existen estructuras más pequeñas que protegen las plantas jóvenes manteniendo la humedad del suelo y reduciendo la insolación—factores cruciales para asegurar su supervivencia.
Aunque cada tipo requiere únicamente condiciones adecuadas como niebla y viento para funcionar eficientemente, estas pueden encontrarse tanto en zonas costeras como desérticas o montañosas.
El Cabildo de Gran Canaria continuará apoyando financieramente este proyecto hasta 2029.