La Universitat Politècnica de València (UPV) se destaca como la principal universidad española en el European Innovation Council, con 11 proyectos financiados y más de seis millones de euros asignados a sus investigaciones. Entre los proyectos sobresalientes se encuentran iniciativas en inmunoterapia, proteínas sintéticas para alimentación animal y tecnología de microscopía innovadora. La UPV refuerza su compromiso con la innovación y el emprendimiento, enfocándose en la formación de talento y la transferencia tecnológica.
La Universitat Politècnica de València (UPV) ha alcanzado un hito significativo al convertirse en la universidad número uno de España en proyectos financiados por el European Innovation Council (EIC). Con un total de 11 iniciativas respaldadas, la UPV no solo destaca en términos de cantidad, sino que también ha recibido más de seis millones de euros para sus investigaciones. Este respaldo financiero subraya su papel fundamental en la investigación aplicada y la transferencia de tecnología, reafirmando así su liderazgo en el ámbito de la innovación universitaria nacional.
El vicerrector de Innovación y Transferencia de la UPV, Salvador Coll, ha enfatizado que “en España somos un referente en innovación”. La universidad ha cultivado una cultura investigadora que se mantiene en constante diálogo con las necesidades sociales, lo que permite impulsar la transformación del modelo productivo.
Entre los proyectos más destacados que han recibido financiación del EIC se encuentran iniciativas como NanoBiCar, enfocada en desarrollar una nueva inmunoterapia para enfermedades infecciosas; SYNFEED, que busca crear proteínas sintéticas para la alimentación animal; y DISRUPT, un proyecto que está trabajando en microscopios tomográficos más accesibles y ligeros, capaces de revolucionar el diagnóstico médico. Estas iniciativas son solo algunos ejemplos del compromiso de la UPV con la innovación.
El EIC, dentro del marco del programa Horizonte Europa de la Unión Europea, tiene como misión apoyar proyectos pioneros que aborden grandes desafíos sociales y económicos. Con un presupuesto global superior a los 10.000 millones de euros, el EIC acompaña a los proyectos desde sus primeras fases hasta la creación de empresas innovadoras.
Salvador Coll ha señalado que se impulsarán programas destinados a fomentar la innovación y el emprendimiento, poniendo especial énfasis en la formación de talento y en consolidar equipos técnicos que apoyen a los investigadores durante todo este proceso.
Uno de los proyectos emblemáticos es NanoBiCar, liderado por el investigador Ramón Martínez Máñez, centrado en desarrollar una inmunoterapia innovadora contra infecciones bacterianas, comenzando por la tuberculosis. Este enfoque busca ofrecer una terapia segura y eficaz accesible incluso en entornos con recursos limitados.
A su vez, el proyecto SYNFEED, bajo la dirección de Juan José Pascual, se propone transformar la industria alimentaria mediante proteínas biosintéticas sostenibles, reduciendo así la dependencia de soja importada y minimizando su impacto ambiental.
Otro proyecto relevante es DISRUPT, dirigido por Amadeu Griol, que trabaja en una tecnología de microscopía tomográfica integrada destinada a revolucionar el diagnóstico médico. Los dispositivos resultantes serán más pequeños y ligeros, lo cual tendrá aplicaciones cruciales en áreas como telemedicina y diagnóstico oncológico.
Aparte, el proyecto DAM4CO2 aborda uno de los retos globales más apremiantes: reducir emisiones de gases efecto invernadero mediante tecnología avanzada para capturar y convertir CO2 en combustibles renovables.
Otros proyectos financiados por el EIC incluyen: CHIRALFORCE, dedicado a la producción farmacéutica mediante síntesis molecular; QUADRATURE, enfocado en optimizar plantas solares; BEYOND, centrado en eficiencia energética; PRISMA, para diagnóstico temprano; SWEATPATCH, parches para monitoreo salud; SUPERVAL, gestión residuos industriales; y ZEUZ, integración de energías renovables.