Expertos de la Universidad de Oviedo han debatido sobre la importancia del agua como recurso limitado y su gestión en el contexto de la economía circular. Se propuso un "embalse virtual" para optimizar su uso y se destacó la necesidad de inversiones en infraestructuras hidráulicas. La conversación abordó la depuración, la responsabilidad por contaminación y el impacto del cambio climático, subrayando que la planificación a largo plazo es crucial para garantizar el acceso al agua en el futuro.
Expertos proponen un ‘embalse virtual’ para la gestión del agua
La Cátedra Concepción Arenal de Agenda 2030 de la Universidad de Oviedo ha sido el escenario de un debate crucial sobre el futuro de las infraestructuras hidráulicas. Este diálogo, celebrado recientemente, se centró en la importancia del agua como recurso esencial y limitado, destacando la necesidad de una mayor inversión en infraestructuras y una urgente mejora en la depuración y concienciación social.
La directora de la cátedra, Rosario Alonso, enfatizó que “la planificación del agua debe ocupar un lugar central en los documentos estratégicos para mitigar y adaptarse a los efectos del cambio climático”. Según Alonso, la transición energética exige considerar la planificación hidrológica como un tema de alta relevancia. El debate fue moderado por Vidal Gago, decano del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos en Asturias, quien formuló preguntas clave a los expertos presentes.
En el primer bloque del debate, se abordó la definición de economía circular (EC) y su aplicación a los recursos hídricos. La vicerrectora de Infraestructuras y Sostenibilidad de la Universidad de Granada, Montserrat Zamorano, destacó que “la EC representa un cambio de modelo” donde el ciclo del agua es fundamental. Insistió en la importancia de la depuración, incluyendo el tratamiento y aprovechamiento de lodos.
Zamorano propuso incorporar el principio “quien contamina, paga”, sugiriendo que esto debería extenderse al tratamiento cuaternario aplicado a sectores como el farmacéutico y cosmético. Por su parte, José Luis Viesca, catedrático del Dpto. de Construcción y director de la Cátedra Cogersa de Economía Circular en la Universidad de Oviedo, presentó datos alarmantes sobre el estrés hídrico en Europa: un 20% del territorio europeo y un 30% de su población sufren este problema anualmente.
El segundo bloque se centró en la necesidad de una planificación adecuada para las infraestructuras hidráulicas. Rodolfo Espina, subdirector del Centro Universitario de Investigación y Desarrollo del Agua (CUIDA), advirtió sobre las pérdidas significativas en las conducciones: “El 25% del agua que circula no llega a nuestros grifos”, lo que refleja redes obsoletas y falta de inversión.
Madera también mencionó proyectos gubernamentales destinados a optimizar el uso del agua en Asturias, donde el uso industrial representa un 30%. En este contexto, destacó que “en Asturias llueve mucho, pero tenemos poca capacidad de almacenamiento”, lo que resalta la necesidad urgente de garantizar este recurso vital.
Durante el tercer bloque, se discutieron las actuaciones necesarias para mejorar las infraestructuras hidráulicas. Viesca señaló que ha habido una reducción del 42% en inversión durante los últimos 30 años. La viceconsejera Madera citó como ejemplo positivo la depuradora Villapérez (Oviedo), que podría generar hasta 6 hectómetros cúbicos de agua tratada. Esta idea llevó al planteamiento del concepto innovador del “embalse virtual”, bien recibido por los ponentes.
A pesar del impacto ambiental asociado a los embalses tradicionales, Espina defendió su utilidad ante fenómenos climáticos extremos: “Cada año llueve lo mismo pero en menos días”, lo cual puede causar inundaciones. Propuso estudiar cómo minimizar sus efectos negativos mientras se invierte más en estas infraestructuras esenciales.
El último bloque abordó las oportunidades que presenta el sector del agua. Zamorano mencionó estudios que relacionan los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) con la economía circular, resaltando su conexión con el acceso al agua limpia y saneamiento. Viesca añadió datos preocupantes sobre el consumo global desmedido de recursos naturales, instando a reflexionar sobre nuestra sostenibilidad.
A pesar del panorama complicado, Espina sugirió que Asturias podría convertirse en un polo atractivo para industrias que requieren grandes cantidades de agua si se gestiona adecuadamente esta disponibilidad hídrica estable.
Cerrando la jornada, los expertos coincidieron en que las nuevas tecnologías como la inteligencia artificial jugarán un papel crucial en la gestión hídrica futura. Tanto Zamorano como Viesca subrayaron la importancia de avanzar hacia una mayor conciencia colectiva sobre el uso responsable del agua y renovar infraestructura para reducir pérdidas significativas.