Expertos en clima y salud se reunieron en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla para abordar el impacto del cambio climático en la salud global. La iniciativa 'Desafío Clima y Salud', impulsada por el Instituto de Física de Cantabria y el CSIC, busca fomentar colaboraciones multidisciplinares. Se discutieron temas como la contaminación, enfermedades transmitidas por vectores y los efectos de eventos climáticos extremos, enfatizando la necesidad de políticas públicas efectivas para mitigar estos riesgos.
En un contexto donde la crisis climática se presenta como un desafío creciente para la salud global, el Instituto de Física de Cantabria (IFCA, CSIC-UC) ha colaborado con las Plataformas Temáticas Interdisciplinares PTI+ Salud Global y PTI+ Clima del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) para lanzar la iniciativa ‘Desafío Clima y Salud’. Esta colaboración tiene como propósito abordar este reto del siglo XXI desde una perspectiva científica, con un enfoque en el impacto que puede tener en las políticas públicas.
La presentación del desafío tuvo lugar los días 16 y 17 de junio en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (HUMV), durante unas jornadas científicas que congregaron a más de 40 expertos en salud y clima, provenientes de grupos de investigación del CSIC, universidades, organismos públicos y empresas. El objetivo principal fue establecer un diálogo abierto entre los asistentes, permitiendo conocer las necesidades de cada parte e impulsar colaboraciones que fortalezcan las alianzas institucionales.
Según la investigadora del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa y coordinadora de la PTI+ Salud Global, Margarita Del Val, “la convergencia entre investigadores en clima y científicos de salud global, junto con la visión de empresas y administraciones públicas, fomenta sinergias y colaboraciones multidisciplinares que pueden ayudar a mitigar el impacto del cambio climático sobre la salud”.
Durante las jornadas se discutieron temas cruciales como la contaminación atmosférica, los eventos extremos —incluyendo olas de calor, inundaciones y sequías— así como el aumento de enfermedades transmitidas por vectores, destacando el caso del mosquito Aedes aegypti. Además, hubo participación activa del personal del HUMV y del Instituto de Investigación de Valdecilla (IDIVAL), quienes compartieron su experiencia desde el ámbito sanitario.
El investigador del Grupo de Clima y Ciencia de Datos del IFCA y coordinador de la PTI+ Salud Global, José M. Gutiérrez, destacó que “lo interesante ha sido observar el estado actual entre estos dos campos que puede dar lugar a sinergias para solicitar proyectos conjuntos o establecer nuevas colaboraciones científicas”.
“Desde el IFCA estamos involucrados en todo el proceso relacionado con datos, modelos, simulaciones y proyecciones”, añadió el investigador.
El evento permitió poner sobre la mesa algunas consecuencias significativas derivadas del aumento de temperaturas en la salud pública, tales como la contaminación atmosférica y los gases de efecto invernadero generados por el calentamiento global. Estas problemáticas ya están afectando a la población.
De acuerdo con datos proporcionados por la Organización Mundial de la Salud, la contaminación del aire está vinculada a 6,7 millones de muertes prematuras anuales. Las olas de calor, cada vez más frecuentes e intensas, se relacionan con un incremento en la mortalidad, especialmente en grupos vulnerables como personas mayores o pacientes con enfermedades cardíacas o respiratorias.
A estos riesgos térmicos se suman los eventos meteorológicos extremos, tales como inundaciones o sequías, que no solo causan pérdidas humanas sino también daños físicos y psicológicos. Indirectamente, estos fenómenos generan inseguridad alimentaria y malnutrición debido a las pérdidas en los suministros alimentarios, lo que puede resultar en movimientos migratorios.
Además, el cambio climático favorece la aparición y propagación de enfermedades infecciosas sensibles al clima, como malaria, dengue o fiebre del Nilo Occidental, debido a alteraciones en los hábitats naturales de vectores como los mosquitos.