El Instituto de Biomecánica (IBV) ha certificado su Laboratorio de Valoración Funcional bajo el Reglamento MDR, generando un retorno social significativo y reforzando su impacto en la salud y economía.
El Instituto de Biomecánica (IBV) ha conseguido la certificación de su Laboratorio de Valoración Funcional bajo el estricto Reglamento Europeo de Productos Sanitarios, conocido como MDR. Este avance no solo garantiza la calidad y seguridad de sus tecnologías, sino que también resalta el impacto económico y social del centro tecnológico valenciano, que prevé generar un retorno social de 14,48 euros por cada euro invertido en 2024.
Innovaciones tecnológicas para el sector salud
El Reglamento Europeo sobre los Productos Sanitarios (UE) 2017/745 representa un cambio significativo en la regulación de productos sanitarios, siendo la reforma más importante en 25 años. Esta legislación busca mejorar la transparencia, la seguridad del paciente y la eficacia clínica de los productos disponibles en el mercado.
En este marco, el IBV ha obtenido la certificación para su Laboratorio de Valoración Funcional, asegurando que todas las tecnologías utilizadas cumplen con los estándares más altos en calidad y trazabilidad. Esto proporciona a profesionales y administraciones herramientas confiables para evaluar funcionalmente a pacientes en diversos contextos clínicos.
Para alcanzar esta certificación, el IBV se sometió a un proceso exhaustivo que incluyó auditorías y evaluaciones técnicas realizadas por Intertek, un organismo notificado autorizado por la Comisión Europea. Esta entidad actúa como tercera parte independiente para verificar el cumplimiento normativo de las tecnologías del IBV.
Ignacio Bermejo, director de innovación en Tecnologías del IBV, afirmó: “Esta certificación es una garantía para centros clínicos y hospitales, así como para profesionales médicos y administraciones públicas”. Este reconocimiento subraya la excelencia técnica y el sistema de gestión del IBV, validado durante un encuentro organizado por Intertek dirigido a empresas y entidades del sector salud.
El Instituto también presentó su balance de actividad para 2024, destacando su papel como generador de valor diferencial en salud y bienestar. Según Javier Sánchez, director gerente del IBV: “Cada euro invertido ha generado 11,3 euros en ventas y 14,48 euros en retorno social”, consolidando así su posición como actor clave en la economía valenciana.
Este impacto se traduce además en empleo; se estima que por cada millón de euros invertido se han creado 109 puestos laborales. “Estos datos reflejan cómo los institutos tecnológicos son motores dentro del ecosistema innovador valenciano”, añadió Sánchez.
Con ingresos proyectados alrededor de 12 millones de euros para 2024, el IBV ha llevado a cabo más de 300 proyectos de I+D+i. Su actividad abarca diversas áreas estratégicas con fuerte presencia en sectores como salud, movilidad y ciudades inteligentes.
Sánchez destacó que este año se ha incrementado la transferencia tecnológica desde sus laboratorios hacia soluciones prácticas para el análisis ergonómico. También se han potenciado servicios tecnológicos emergentes como medicina personalizada y movilidad sostenible.
El IBV continúa trabajando para reforzar su papel como referente nacional e internacional en transferencia tecnológica. Recientemente se inscribió en el Registro de Entidades Valencianas Socialmente Responsables (REVSR), lo que pone énfasis en su compromiso con prácticas éticas alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Sánchez concluyó: “La innovación orientada a generar valor es una palanca transformadora para empresas y personas". El apoyo continuo del gobierno regional es fundamental para seguir avanzando en estos objetivos.