El cambio climático afecta gravemente los bosques europeos, generando pérdidas económicas significativas. Investigadores de la TUM destacan diferencias regionales: mientras que el norte puede beneficiarse, el centro y sur deben adaptarse urgentemente.
El impacto del cambio climático en la economía forestal de Europa
Los bosques europeos enfrentan una creciente presión debido a fenómenos como waldbrände (incendios forestales), tormentas y plagas de borkenkäfer (escarabajos del pino). Estas alteraciones no solo tienen consecuencias ecológicas, sino también económicas. Investigadores de la Tecnológica Universidad de Múnich (TUM) han realizado un estudio que cuantifica las pérdidas económicas derivadas del cambio climático en los bosques de Europa. Los resultados revelan diferencias significativas entre regiones: mientras que el norte de Europa podría beneficiarse, las zonas centrales y meridionales deben adaptarse con urgencia.
Las perturbaciones en los bosques generan daños que ascienden a millones de euros. El precio de la madera puede caer drásticamente debido a la acumulación de madera dañada o, en algunos casos, el material se vuelve irrecuperable para la venta. Un equipo liderado por el profesor Rupert Seidl, experto en dinámica de ecosistemas y gestión forestal, junto al profesor Thomas Knoke, especialista en inventario forestal y uso sostenible, y el doctorando Johannes Sonnweber Mohr, ha calculado por primera vez cómo el cambio climático afecta al valor económico de los bosques europeos.
La investigación, publicada recientemente en Nature Climate Change, analiza los efectos esperados del cambio climático hacia finales del siglo XXI. A través de simulaciones modeladas, el equipo evaluó cómo crecerán los bosques europeos bajo diferentes condiciones climáticas y cómo influirán los incendios, tormentas y plagas en su desarrollo y producción maderera.
El estudio revela que el calentamiento global provoca efectos diversos e incluso opuestos en distintas regiones. Según Seidl, "con el avance del cambio climático, las grandes perturbaciones serán cada vez más frecuentes, lo que incrementará los costos para los propietarios forestales". Durante el periodo de referencia entre 1981 y 2005, estos costos ascendían a 115 mil millones de euros; sin embargo, podrían alcanzar hasta 247 mil millones si la temperatura aumenta 4.8 grados. Por otro lado, factores como periodos de crecimiento más largos y temperaturas elevadas pueden acelerar el crecimiento arbóreo en algunas áreas europeas.
A pesar de estas oportunidades, las ganancias no se distribuyen equitativamente. En el sur de Europa, las pérdidas superan las ganancias potenciales en todos los escenarios analizados. En países centroeuropeos como Alemania, Austria y Chequia, incluso un aumento moderado de 2.6 grados podría reducir drásticamente el valor forestal, dificultando cualquier incremento productivo para compensar las pérdidas por perturbaciones. En contraste, los bosques escandinavos son menos propensos a sufrir daños y podrían beneficiarse significativamente del cambio climático.
Johannes Sonnweber Mohr enfatiza que "la gestión forestal ya no puede seguir un esquema rígido". Las simulaciones permiten observar solo ciertos aspectos; aunque se centraron en tres causas comunes de perturbación, es posible que surjan nuevas amenazas. La incertidumbre sobre el futuro está aumentando considerablemente. Adaptar la gestión forestal al cambio climático podría mitigar pérdidas económicas y fomentar la creación de bosques más resilientes desde un punto de vista ecológico.
Para realizar esta adaptación es crucial llevar a cabo una evaluación económica detallada. "Comparando simulaciones con y sin perturbaciones podemos cuantificar las consecuencias económicas directas que estos eventos tienen para los propietarios", añade Knoke. Esto también resalta las ventajas de mantener bosques mixtos estructurados con diversas especies arbóreas, que actualmente se perciben como menos rentables comparados con aquellos dominados por coníferas.