Universidades Europeas

Aumenta el riesgo de fallos en presas debido a la crisis climática

Crisis climática

Redacción | Sábado 01 de noviembre de 2025

Los desastres de presas en los años 20 llevaron a mejorar la seguridad de los embalses, pero la crisis climática actual incrementa el riesgo de fallos en estas infraestructuras.



Hace un siglo, un devastador desbordamiento arrastró enormes rocas a través de la aldea de Dolgarrog, en el norte de Gales, causando la destrucción de varias viviendas, un puente y la capilla local. La tragedia dejó un saldo trágico de diez adultos y seis niños fallecidos. Este suceso fue ampliamente reportado, incluso el rey George V envió un mensaje de condolencias.

No fue una inundación natural; se trató del colapso de dos presas que contenían los embalses Eigiau y Coedty, situados en la meseta de Carneddau, por encima de Dolgarrog, tras un octubre muy lluvioso. La presa Coedty, sobrepasada por el agua del desbordamiento de Eigiau, falló catastróficamente, liberando alrededor de 1.7 millones de metros cúbicos de agua sin tiempo para alertar a la población.

Este desastre siguió a otro colapso en Skelmorlie, Escocia, en abril de 1925. Ambos incidentes pusieron en evidencia las deficiencias en la construcción y mantenimiento de presas, lo que llevó directamente a la promulgación del Reservoirs (Safety Provisions) Act en 1930.

Nueva legislación para la seguridad de embalses

Dicha ley buscaba garantizar la seguridad estructural de los grandes embalses mediante requisitos legales para inspecciones regulares y certificaciones realizadas por ingenieros cualificados. Fue el primer intento en el Reino Unido por regular el diseño, construcción y mantenimiento de embalses a través de medidas estatutarias.

Desde entonces, el Reino Unido ha mantenido un excelente historial en cuanto a la seguridad de sus embalses. Sin embargo, en julio de 2019, más de 1,500 residentes fueron evacuados desde Whaley Bridge, cerca del embalse Toddbrook en Derbyshire. Este embalse había recibido en solo dos días la misma cantidad de lluvia que normalmente caía durante todo un mes.

Las fuertes corrientes hicieron que se sobrepasara el desagüe de emergencia del embalse, socavando sus losas de hormigón y creando una gran cavidad que exponía el núcleo del dique, generando temores sobre un posible colapso.

Incidentes recientes y lecciones aprendidas

Un helicóptero Chinook lanzó 400 toneladas de material sobre el desagüe dañado mientras los servicios contra incendios utilizaban bombas para reducir el nivel del agua y aliviar la presión sobre la presa. Después de varios días, los ingenieros declararon que el dique estaba lo suficientemente estable como para levantar la orden de evacuación.

El incidente con Toddbrook fue uno de los más graves intentos fallidos recientes en la historia del Reino Unido. Demostró cómo eventos extremos pueden amenazar tanto la seguridad de las presas como a las comunidades situadas río abajo. El comandante del incidente contra incendios, Gavin Tomlinson, comentó: “Estábamos ante una situación donde entraba cinco veces más agua de la que podíamos sacar. Pensamos absolutamente que podría fallar. Fue una noche muy tensa.”

A raíz de esta experiencia, en abril de 2021, el gobierno británico encargó una revisión independiente sobre la seguridad en embalses. Se emitió una dirección ministerial a todos los propietarios de grandes embalses elevados para que elaboraran planes efectivos ante posibles inundaciones.

Cambio climático: un nuevo desafío para las presas

A medida que los geomorfólogos estudian los efectos transformadores del paisaje provocados por inundaciones debido al colapso de presas, también investigan cómo puede amplificarse este riesgo debido a factores topográficos.

Los desastres como el ocurrido en Dolgarrog evidencian que los embalses que drenan hacia valles montañosos estrechos presentan peligros particulares cuando las corrientes aumentan su velocidad y arrastran rocas destructivas. Todos estos aspectos deben considerarse dentro del plan emergente ante inundaciones.

A pesar del cumplimiento con las normativas existentes y haber sido recientemente inspeccionada, la presa Toddbrook sufrió daños “imprevistos y potencialmente críticos que podrían haber llevado a una catástrofe.” Residentes locales cuestionaron cómo se había mantenido dicha estructura. Las reparaciones estaban casi finalizadas a finales del año 2025.

Peligros latentes por infraestructuras envejecidas

Casi todas las presas ubicadas en zonas montañosas británicas fueron construidas en el siglo XIX bajo condiciones hidrológicas ya obsoletas. Las presas tipo terraplén y las más antiguas pueden ser especialmente vulnerables a erosión o inestabilidad.

El principal motivo detrás del colapso de presas es el desbordamiento; esto ocurre cuando el desagüe no puede manejar las aguas fluviales. Además, durante sequías prolongadas o repentinas bajadas rápidas del nivel hídrico pueden comprometer aún más su estabilidad estructural.

Cambio climático está intensificando tanto tormentas como sequías, lo cual representa una amenaza creciente para estas infraestructuras críticas. Los modelos climáticos indican que las tormentas intensas capaces de provocar inundaciones repentinas serán cinco veces más probables hacia 2080. Las cuencas montañosas empinadas son particularmente propensas a estas situaciones extremas.

Aunque el desastre ocurrido en Dolgarrog fue el último evento mortal relacionado con fallos estructurales en presas británicas hasta ahora conocido, si tormentas intensas y sequías prolongadas se convierten en parte habitual del clima actual, es probable que aumenten los riesgos asociados con estas infraestructuras hídricas envejecidas.

TEMAS RELACIONADOS:


Noticias relacionadas