Un estudio de la Universidad de Oxford revela que, a pesar de la contestación política en EE. UU. y Europa, las políticas climáticas globales se fortalecen, especialmente en países en desarrollo.
En el marco de la COP30 que se celebra en la Amazonía, un reciente estudio de la Universidad de Oxford ha proporcionado una visión detallada sobre cómo las leyes y regulaciones de diferentes países están alineándose (o no) con los objetivos climáticos. Este análisis abarca políticas climáticas en 37 naciones, incluyendo a todos los miembros del G20, y ha sido desarrollado mediante asociaciones pro bono con numerosas firmas legales líderes a nivel mundial. El Climate Policy Monitor es uno de los resultados del Oxford Climate Policy Hub, una iniciativa de investigación destinada a construir una base sólida de evidencia y capacidad para avanzar en regulaciones y políticas efectivas, rigurosas y equitativas hacia la neutralidad de carbono.
Naciones y empresas han hecho promesas climáticas ambiciosas, pero lo que realmente importa para prevenir un cambio climático catastrófico son reglas concretas, implementadas y aplicables. Eso es lo que estamos evaluando.
Co-líder del estudio, Profesor Thomas Hale, Blavatnik School of Government
El exhaustivo análisis realizado por investigadores de la Universidad de Oxford, junto con destacados bufetes internacionales, revela cómo se está desarrollando la política climática en un contexto político sin precedentes. Desde el último informe en 2024, se han observado nuevas y reforzadas políticas climáticas en todo el mundo, especialmente en Asia y mercados emergentes.
No obstante, mientras la administración Trump ha desmantelado políticas ambientales en Estados Unidos, la Unión Europea ha comenzado a revisar o retrasar ciertas normativas relacionadas con el clima, especialmente en áreas como la divulgación corporativa; el resultado de este proceso sigue siendo incierto.
A pesar del contexto fragmentado actual, la dirección global es clara: la mayoría de las naciones continúan creando y fortaleciendo reglas climáticas en las áreas que hemos analizado.
Co-líder Dr. Thom Wetzer, Profesor Asociado en la Facultad de Derecho de Oxford y Director del Programa de Derecho Sostenible de Oxford
El profesor Hale añade que “el motor de la política climática se ha trasladado hacia las economías emergentes”. En ciertos ámbitos regulatorios, como las normas que exigen a las empresas divulgar sus emisiones e información relacionada con el cambio climático, países africanos y latinoamericanos muestran ahora un mayor nivel de ambición que muchos países europeos y norteamericanos. Sin embargo, advierte que “la reversión estadounidense tiene un impacto real”, aunque “la tendencia a largo plazo hacia la transición sigue siendo cada vez más clara incluso frente a esta contestación sin precedentes”.
A pesar del establecimiento continuo de objetivos climáticos por parte de gobiernos y empresas —incluyendo un aumento del 9% en los objetivos netos cero por parte de compañías estadounidenses durante el último año— las emisiones globales siguen aumentando. Según el profesor Hale: “En cuatro de los seis dominios políticos examinados por nuestro estudio, menos de cinco gobiernos cumplen con criterios clave para la ambición política. Más preocupante aún es que ninguna jurisdicción cuenta con una política suficiente sobre metano”.
El doctor Wetzer subraya que “los gobiernos necesitan adoptar mejores reglas climáticas más rápidamente para alinear sus políticas con los últimos avances científicos”. A medida que los países presenten sus últimas promesas bajo el Acuerdo de París durante la COP30 en Belém, Amazonas, es crucial que respalden esos objetivos con regulaciones concretas para asegurar su cumplimiento.
Este estudio representa el segundo informe anual del Oxford Climate Policy Monitor, un recurso público que evalúa la ambición, rigor e implementación de regulaciones relacionadas con el clima frente a más de 300 puntos de datos. Analiza regulaciones nacionales en seis dominios clave:
El Oxford Climate Policy Hub, fruto de una colaboración entre la Blavatnik School of Government y el Oxford Sustainable Law Programme, forma parte del cluster estratégico Oxford Net Zero, lanzado en octubre de 2023 gracias a una subvención estratégica del Oxford Martin School.