Mantel, cofundada por exalumnos del MIT, ha desarrollado un sistema innovador que captura CO2 de fábricas y plantas de energía, reduciendo emisiones en un 95% y generando vapor útil.
Cameron Halliday, un destacado investigador y emprendedor, ha encontrado una solución innovadora para el desafío del captura de CO2. Durante sus primeros días en el programa de doctorado del MIT, Halliday se enfrentó a la frustrante tarea de repetir un experimento que no daba resultados positivos. Su investigación se centraba en la capacidad de diferentes materiales para absorber dióxido de carbono a altas temperaturas, pero los resultados siempre mostraban una tendencia negativa: los materiales perdían eficacia con el tiempo.
A pesar de las dificultades, Halliday persistió. En 2019, decidió probar un tipo de sal fundida conocido como litio-sodio ortoborato. Este material demostró ser sorprendentemente efectivo, logrando absorber más del 95% del CO2 sin mostrar degradación significativa incluso después de 1,000 ciclos de prueba. “No esperábamos resolver completamente el problema, solo mejorar el sistema”, comentó Halliday sobre su descubrimiento.
La clave del éxito radica en que estas sales actúan como un líquido a altas temperaturas, evitando así las fracturas que afectan a muchos materiales sólidos. “Recuerdo haber cruzado el puente Mass Ave a las 5 a.m., rodeado de corredores matutinos, y ese fue el momento en que comprendí lo que esto significaba”, recordó Halliday. Desde entonces, su enfoque ha sido demostrar la viabilidad del proceso a gran escala.
Hoy en día, Halliday es cofundador y CEO de Mantel, una empresa dedicada al desarrollo de sistemas para capturar dióxido de carbono en grandes instalaciones industriales. A pesar de que muchos consideran que la industria de captura de carbono es poco prometedora, Halliday sigue adelante con optimismo respaldado por datos crecientes sobre el rendimiento.
El sistema desarrollado por Mantel puede integrarse fácilmente en las máquinas de plantas generadoras y fábricas dedicadas a la producción de cemento, acero y papel, entre otros. Este sistema permite reducir las emisiones de carbono hasta en un 95%. En lugar de liberar CO2 a la atmósfera, este gas es canalizado hacia el sistema donde se mezcla con sales fundidas. El CO2 se difunde a través de las sales en un proceso reversible que permite recuperar CO2 puro mediante aumentos adicionales de temperatura.
A diferencia de otros métodos tradicionales que han luchado por ser rentables, Mantel utiliza el calor generado durante su proceso para producir vapor destinado a clientes industriales. Esta combinación permite al sistema operar utilizando solo un 3% de la energía neta requerida por los sistemas más avanzados actualmente disponibles.
Halliday tuvo su primer contacto con el MIT en 2016 cuando contactó a Alan Hatton, profesor del MIT especializado en ingeniería química. Después de pasar un verano trabajando en su laboratorio, Halliday decidió inscribirse en un programa conjunto de doctorado y MBA al año siguiente. “Quería trabajar en algo que tuviera impacto”, afirmó.
A lo largo del programa, trabajó en varios proyectos relacionados con la captura de carbono, enfrentándose a problemas similares a los experimentados por investigadores anteriores debido al deterioro material bajo condiciones extremas. Sin embargo, su experimento exitoso con sales fundidas marcó un cambio decisivo.
A medida que avanzaba su formación empresarial durante el MBA, Halliday comenzó a comercializar su tecnología y conoció a sus cofundadores. La colaboración resultó fructífera; alumni del curso han creado más de 150 empresas desde entonces.
Mantel fue oficialmente fundada en 2022 con un prototipo inicial y rápidamente recaudó fondos para desarrollar un sistema más grande. Actualmente opera un sistema del tamaño de un contenedor marítimo gracias al apoyo recibido del incubador The Engine, afiliado al MIT.
El año pasado, Mantel anunció una asociación con Kruger Inc. para construir una nueva versión del sistema en una fábrica ubicada en Quebec, cuya operación comenzará el próximo año tras una fase inicial de pruebas.
“Este proyecto está demostrando tanto la eficiencia del sistema como una mejora significativa en el uso energético”, destacó Halliday. Mantel mantiene conversaciones con cerca de 100 socios industriales globales interesados en implementar esta tecnología innovadora.
Aunque Mantel no se encarga directamente del proceso posterior al captura ni del almacenamiento del CO2, sí reconoce que la captura representa gran parte del costo dentro de la cadena valor del CO2. Esto también implica generar CO2 puro apto para ser transportado y utilizado industrialmente.
“Esta es la solución que nuestros clientes estaban esperando”, concluyó Halliday. “Les permite seguir operando sin necesidad de reinventar sus negocios frente a un problema crítico”. Esta propuesta pragmática aborda directamente los desafíos actuales sin perderse en visiones utópicas.