Un nuevo estudio destaca la importancia de la planificación regional para la ubicación de instalaciones solares y eólicas, utilizando datos meteorológicos detallados y modelos energéticos. Esta estrategia permite optimizar el diseño de plantas renovables, maximizando su eficiencia y reduciendo costos operativos. Al considerar las variaciones locales en recursos como viento y sol, se logra una mejor alineación entre la generación de energía y la demanda, lo que favorece una transición energética más económica y efectiva.
La elección del lugar para construir nuevas instalaciones solares o eólicas suele ser una tarea que recae en desarrolladores individuales o compañías de servicios públicos, con una coordinación general limitada. Sin embargo, un nuevo estudio revela que la planificación a nivel regional, utilizando datos meteorológicos detallados, información sobre el consumo energético y modelos de sistemas energéticos, puede marcar una diferencia significativa en el diseño de estas instalaciones de energía renovable. Esto también conduce a operaciones más eficientes y económicamente viables.
Los hallazgos destacan los beneficios de coordinar la ubicación de parques solares, eólicos y sistemas de almacenamiento, considerando las variaciones locales y temporales en viento, luz solar y demanda energética para maximizar la utilización de recursos renovables. Este enfoque puede reducir la necesidad de inversiones considerables en almacenamiento, disminuyendo así el costo total del sistema mientras se maximiza la disponibilidad de energía limpia cuando se necesita.
El estudio, publicado en la revista Cell Reports Sustainability, fue coautorado por Liying Qiu y Rahman Khorramfar, postdoctorales en el Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental del MIT, junto con los profesores Saurabh Amin y Michael Howland. Qiu, autora principal del estudio, afirma que con este nuevo enfoque se puede aprovechar la complementariedad de recursos, lo que significa que diferentes tipos de recursos renovables pueden compensarse entre sí tanto en tiempo como en espacio.
Esta complementariedad será cada vez más crucial a medida que las fuentes de energía renovable variables representen una mayor proporción del suministro eléctrico. Al coordinar mejor los picos y valles entre producción y demanda, se busca utilizar la variabilidad natural para abordar esta misma variabilidad.
En general, al planificar grandes instalaciones energéticas renovables, es común trabajar a nivel nacional estableciendo porcentajes generales como 30% eólico y 20% solar. En cambio, este equipo analizó datos meteorológicos y modelos energéticos a una escala inferior a 10 kilómetros. “Esto nos permite determinar exactamente dónde construir cada planta de energía renovable”, explica Qiu.
Para compilar sus datos y permitir una planificación de alta resolución, los investigadores utilizaron diversas fuentes previamente no integradas. Se apoyaron en datos meteorológicos de alta resolución del Laboratorio Nacional de Energías Renovables, disponibles públicamente a 2 kilómetros pero raramente utilizados en modelos de planificación tan detallados. Estos datos fueron combinados con un modelo energético desarrollado por ellos para optimizar ubicaciones a menos de 10 kilómetros.