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¡Alerta padres!. Las 5 reglas esenciales para mantener a tus hijos a salvo del acoso digital

Redacción | Jueves 24 de abril de 2025
Con motivo del Día Mundial contra el Acoso Escolar, SPC propone usar la tecnología como aliada en la protección de niños y adolescentes. Fomenta un uso responsable y consciente, promoviendo el diálogo familiar y herramientas de control parental para prevenir el acoso digital y educar sobre la seguridad en línea.

Con la celebración del Día Mundial contra el Acoso Escolar (2 de mayo), la marca SPC propone directrices para que la tecnología se convierta en nuestra mejor aliada en la protección de niños y adolescentes en el ámbito digital, fomentando prácticas adecuadas para una convivencia segura y responsable. La problemática del acoso escolar continúa siendo un tema alarmante en instituciones educativas a nivel global. Cada vez más expertos coinciden en que, si se utiliza correctamente, la tecnología puede ser una herramienta fundamental para enfrentar esta situación que impacta el desarrollo emocional y social de miles de menores. Sin embargo, es importante destacar que la tecnología por sí sola no es suficiente.

La clave radica en promover un uso consciente y responsable de la tecnología desde el hogar. A través del diálogo cotidiano y la escucha activa, así como de la educación sobre el respeto y la empatía, se pueden establecer las bases necesarias para que los jóvenes reconozcan conductas inapropiadas y actúen ante ellas. Enseñarles a establecer límites, identificar señales de alerta y saber cómo solicitar ayuda es tan crucial como cualquier herramienta digital.

En este contexto integral y con motivo del Día Mundial contra el Acoso Escolar, SPC, una marca española dedicada a la tecnología de consumo, comparte diversas buenas prácticas que pueden ser útiles para prevenir y abordar esta problemática en el entorno digital.

    • Proteger la información personal desde el primer clic: Las redes sociales ofrecen una ventana al mundo, pero también son una puerta abierta para aquellos que no siempre tienen buenas intenciones. Es fundamental enseñar a los jóvenes a no compartir datos sensibles como su ubicación, institución educativa, número telefónico o rutinas diarias con desconocidos. Además, deben aprender que si experimentan un intento de vulneración de su privacidad en alguna plataforma, es necesario reportar o denunciar al usuario desde la propia aplicación para que se registre lo sucedido y se investigue adecuadamente.
    • Pensar antes de publicar: En el ámbito digital, lo que compartimos puede permanecer indefinidamente, incluso si creemos haberlo borrado; siempre deja una huella digital. Una foto, un comentario o un video publicados sin reflexión pueden tener consecuencias inesperadas tanto ahora como en el futuro. Por ello, es vital enseñar a los menores a cuestionarse antes de publicar: ¿es esto respetuoso?, ¿afecta a alguien más? Fomentar la responsabilidad digital desde pequeños es esencial para que aprendan a cuidar su imagen y la de los demás en internet.
    • El móvil puede ser parte de la solución: Aunque frecuentemente se culpa al smartphone por generar conflictos, también puede ser un gran aliado si se utiliza adecuadamente. Existen aplicaciones diseñadas no solo para detectar señales tempranas de acoso escolar sino también para promover un entorno digital más saludable. Algunas herramientas permiten monitorear interacciones en redes sociales, identificar lenguaje ofensivo o comportamientos sospechosos y alertar tanto a padres como educadores. Otras están enfocadas en establecer límites en el uso del dispositivo, promoviendo un equilibrio entre el tiempo online y offline.
    • Desconocidos en internet… siguen siendo desconocidos: Una solicitud de amistad o un mensaje directo no equivalen a una amistad real. Los menores deben comprender que aceptar a alguien en redes sociales no les otorga popularidad ni garantiza que esa persona sea confiable. Es crucial enseñarles a diferenciar entre conocidos y desconocidos, decir “no” cuando no se sientan cómodos y protegerse en el entorno online.

En resumen, la participación activa de las familias resulta fundamental. Educar sobre el uso consciente y respetuoso de la tecnología requiere tiempo, diálogo y acompañamiento constante. En este proceso, las herramientas de control parental pueden ser grandes aliadas; aplicaciones como Google Family Link permiten supervisar de cerca la actividad digital de los menores, establecer límites temporales, controlar qué aplicaciones se instalan y restringir el acceso a contenido inapropiado. No se trata simplemente de prohibir por sistema; es esencial estar presentes para supervisar y acompañar sus primeros pasos digitales con confianza.

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