Annie Elizondo, fundadora de Educar en Conexión, destaca la importancia de un uso equilibrado de las pantallas para promover hábitos digitales saludables. En una reciente entrevista, abordó los efectos negativos del uso excesivo de dispositivos, como problemas emocionales y alteraciones del sueño. Propone alternativas prácticas para todas las edades y subraya la necesidad de que las familias adopten hábitos conscientes que favorezcan el bienestar integral en la era digital.
Annie Elizondo, fundadora de Educar en Conexión, ha destacado la necesidad de encontrar un equilibrio en el uso de las pantallas, promoviendo hábitos digitales saludables. En la emisión 339 del programa Generación de Valor, Elizondo compartió su experiencia como especialista en psicología neuroeducativa y madre, ofreciendo herramientas y reflexiones sobre el impacto que tiene el uso de dispositivos electrónicos en el bienestar integral de niños, adolescentes y adultos.
Durante la entrevista, enfatizó que su compromiso con la educación y la conexión humana se forjó tras más de 14 años en el ámbito educativo. Definió el uso responsable de pantallas como un equilibrio que evita tanto la restricción extrema como el libertinaje digital. “Se trata de utilizar la tecnología de forma consciente, positiva y saludable”, afirmó.
A lo largo de la conversación, Elizondo abordó los efectos perjudiciales del uso excesivo de dispositivos electrónicos, tales como alteraciones en el sueño, reducción de melatonina, hiperactividad, adicción a la recompensa inmediata y problemas emocionales y sociales. Estos impactos están respaldados por investigaciones científicas, incluyendo las recomendaciones de la Asociación Americana de Pediatría, que sugieren evitar cualquier exposición a pantallas antes de los dos años y limitar el tiempo frente a dispositivos en etapas posteriores para asegurar un desarrollo social y cognitivo saludable.
Frente a este panorama preocupante, la especialista propuso alternativas prácticas para todas las edades: fomentar el juego libre, realizar actividades al aire libre y establecer límites claros para el uso de dispositivos, especialmente antes de dormir, para mitigar la exposición a la luz azul que interfiere con el ciclo del sueño.
Finalmente, Elizondo subrayó que las familias deben reaprender sobre el uso de la tecnología y adoptar hábitos conscientes para lograr un equilibrio entre el mundo digital y el bienestar físico, emocional y cognitivo. “Es un cambio que necesitamos impulsar en pro de todas las generaciones”, concluyó.