La Universidad de Alicante ha patentado un método sostenible que permite extraer tierras raras, uranio y torio con un 95% de eficacia, reduciendo el impacto ambiental y costos.
La Universidad de Alicante (UA) ha dado un paso significativo en el ámbito de la sostenibilidad al patentarse un innovador procedimiento para la extracción selectiva de elementos críticos. Esta técnica permite recuperar tierras raras, uranio y torio con una eficacia del 95%. El desarrollo ha sido llevado a cabo por investigadores de los institutos universitarios de Síntesis Orgánica (ISO) y de Agua y Ciencias Ambientales (IUACA).
Una de las características más destacadas de esta formulación química es su capacidad de reutilización. Según los catedráticos Guillermo Grindlay y José Miguel Sansano, “tras el proceso de extracción, la mezcla puede recuperarse casi en su totalidad y volver a emplearse en nuevos ciclos sin perder eficacia ni selectividad”. Además, el procedimiento se lleva a cabo bajo condiciones suaves (temperaturas entre 0 y 25?°C), lo que no solo reduce el consumo energético, sino que también minimiza el impacto ambiental.
Este nuevo método se adapta perfectamente al proceso de separación de tierras raras, uranio y torio del fosfoyeso, un residuo generado por la industria de fertilizantes. Al separar estos metales, se obtendría un yeso purificado que podría ser altamente beneficioso para el sector de la construcción.
La obtención y separación de elementos críticos, que son esenciales en sectores como el energético o tecnológico, representa uno de los retos más importantes del siglo XXI. Sin embargo, este proceso suele ser complicado y costoso. Las tierras raras, que comprenden diecisiete elementos químicos escasos en la corteza terrestre, son fundamentales como catalizadores en procesos industriales y están presentes en más de 200 productos tecnológicos avanzados. Estos incluyen desde teléfonos móviles hasta vehículos eléctricos e híbridos.
El uranio y el torio son elementos radiactivos que se encuentran ampliamente en la naturaleza y tienen aplicaciones clave en reactores nucleares, armas nucleares y medicina nuclear. A diferencia de los métodos convencionales que requieren reactivos agresivos y un alto consumo energético, la solución propuesta por los investigadores de la UA utiliza componentes accesibles y fáciles de sintetizar. Esto no solo reduce costos, sino que también facilita su implementación.
La aplicación de este método tiene el potencial de generar un impacto positivo sobre el medio ambiente y contribuir a mejorar la sostenibilidad energética global. “Nuestra mezcla es capaz de recuperar metales estratégicos a partir de residuos como el fosfoyeso o desechos nucleares de manera selectiva, sostenible y económicamente viable”, concluyen los expertos.