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Comunidades fuertes mejoran la salud, revela un nuevo estudio

Salud comunitaria

Redacción | Lunes 17 de noviembre de 2025

Un estudio de la Universidad de Manchester revela que comunidades más fuertes están asociadas con mejores resultados de salud, incluso en áreas con alta privación, destacando la importancia de la resiliencia comunitaria.



Un estudio reciente de la Universidad de Mánchester ha revelado que las comunidades con mayor resiliencia experimentan mejores resultados en salud, incluyendo tasas más bajas de muertes por drogas, alcohol y suicidio, incluso en contextos de alta privación. Este hallazgo sugiere que el tejido social y las conexiones dentro de una comunidad son factores cruciales para el bienestar general.

El estudio introdujo un nuevo índice denominado Índice de Resiliencia Comunitaria, diseñado para medir la capacidad de las áreas locales para afrontar presiones a largo plazo como la dificultad económica, la mala calidad de la vivienda y la desigualdad. A diferencia de los índices tradicionales que se centran en la privación, este nuevo enfoque pone énfasis en las fortalezas comunitarias, tales como la infraestructura local, las conexiones sociales y las oportunidades disponibles.

Los investigadores analizaron datos provenientes de 307 autoridades locales en Inglaterra, evaluando cinco indicadores de salud: muertes por desesperación (que incluyen muertes específicas por alcohol, muertes relacionadas con drogas y suicidios), enfermedades cardiovasculares, mortalidad por COVID-19, muertes excesivas durante la pandemia y la autoevaluación del estado general de salud por parte de los residentes.

Resultados que resaltan la importancia de la resiliencia

Los resultados del estudio, publicados en el Journal of Epidemiology & Community Health, evidencian que las áreas con puntuaciones más altas en resiliencia presentan menores tasas de muertes por desesperación y mortalidad cardiovascular, además de contar con más residentes que reportan buena salud. Estos patrones se mantienen incluso tras considerar los niveles de privación, lo que indica que la resiliencia proporciona una perspectiva adicional sobre por qué algunas comunidades gozan de mejor salud que otras.

Uno de los descubrimientos más sorprendentes fue cómo interactúa la resiliencia con la privación. En las zonas más desfavorecidas, se observó que la resiliencia marcaba una diferencia significativa. En particular, en lo que respecta a las muertes por desesperación, las comunidades con mayor resiliencia mostraron tasas inferiores en comparación con áreas igualmente empobrecidas pero menos cohesivas.

Implicaciones para políticas públicas futuras

Curiosamente, el índice no logró predecir mortalidad relacionada con COVID-19 o muertes excesivas durante la pandemia. Los investigadores sugieren que esto podría reflejar cómo ciertos aspectos de resiliencia —como buenas conexiones de transporte y fuertes vínculos sociales— pueden aumentar el riesgo de exposición durante brotes infecciosos rápidos.

El equipo investigador considera que sus hallazgos podrían influir en futuras políticas públicas en salud. Si bien los índices basados en privación seguirán siendo herramientas clave, medidas centradas en la resiliencia podrían ayudar a identificar comunidades necesitadas no solo por lo que les falta, sino también por los activos sobre los cuales pueden construir.

Los investigadores esperan que este índice se utilice junto a otros índices de privación para guiar inversiones en infraestructura social, capacidad del sector voluntario, espacios comunitarios y conectividad local.

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