Un grupo de investigadoras de la Universitat de València, el Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA, el Hospital Clínico Universitario de València y el Instituto de Investigación Sanitaria La Fe (IIS La Fe) ha logrado identificar seis lípidos individuales que podrían servir como biomarcadores tempranos y mínimamente invasivos para la enfermedad de Alzheimer (EA), los cuales están estrechamente vinculados a la patología cerebral. Sin embargo, las investigadoras advierten que es fundamental continuar con los trabajos para validar estos biomarcadores en muestras de plasma humano.
A lo largo de los años, se han recopilado numerosas evidencias que indican que un bajo nivel educativo, que históricamente ha afectado más a las mujeres, constituye un factor de riesgo. Asimismo, el genotipo Apoe4, reconocido como el mayor riesgo genético para desarrollar EA, intensifica la enfermedad en las mujeres.
La tesis doctoral de Laura Ferré González, perteneciente al Grupo de Investigación en Enfermedad de Alzheimer del IIS La Fe, incluye esta investigación. Esta labor está siendo co-dirigida por las doctoras Consuelo Cháfer Pericás, quien también forma parte del mismo grupo y es la autora de correspondencia del artículo, y Ana Lloret, catedrática de Fisiología en la Universitat de València (UV) e investigadora en el Grupo de Investigación en Envejecimiento y Ejercicio Físico de INCLIVA y CIBERFES (Centro de Investigación Biomédica en Red de Fragilidad y Envejecimiento Saludable) del Instituto de Salud Carlos III.
Asimismo, han colaborado en este estudio Artemis Ftara, quien también pertenece al mismo grupo de investigación en INCLIVA y al departamento correspondiente de la UV; Ángel Balaguer, proveniente de la Facultad de Matemáticas de la UV; y Marta Roca, que trabaja en la Unidad Analítica del IIS La Fe.
La relevancia de la monitorización del ciclo estral es también un punto destacado en este trabajo. Este ciclo se refiere al conjunto de cambios fisiológicos que las hembras de los mamíferos no humanos experimentan en sus órganos reproductivos, como respuesta a las fluctuaciones hormonales. Estos cambios son fundamentales para permitir tanto la ovulación como el apareamiento, lo que podría resultar significativo en investigaciones sobre el metabolismo femenino.
Recientemente, se han dado a conocer los resultados de un estudio que investiga la conexión entre la enfermedad de Alzheimer en sus etapas iniciales y el perfil lipidómico en plasma. Estos hallazgos han sido publicados en la revista Alzheimer’s Research & Therapy.
El Día Mundial del Alzheimer se conmemora este sábado, 21 de septiembre. Esta enfermedad es la principal causa de demencia entre las personas mayores, y se anticipa que los casos aumenten en el futuro debido a la falta de terapias efectivas hasta la fecha. Las mujeres presentan una tasa de incidencia más alta, lo cual puede atribuirse a su mayor esperanza de vida en comparación con los hombres, así como a diferencias de sexo (como las genéticas o hormonales), diferencias de género (que incluyen influencias ambientales, sociales y culturales) o a una combinación de todos estos factores.
En contraste, se ha observado que las mujeres muestran signos de un deterioro cognitivo y una neurodegeneración más acelerados en comparación con los hombres, a pesar de que los niveles de biomarcadores son similares. Esto resalta la necesidad de realizar estudios específicos sobre la mujer que permitan identificar nuevos biomarcadores potenciales, con el fin de entender mejor estas diferencias y mejorar tanto la detección temprana como el desarrollo de terapias dirigidas.
En la actualidad, el diagnóstico de la EA se fundamenta en técnicas que son tanto costosas como invasivas. Por ello, ha adquirido relevancia la necesidad de descubrir nuevos biomarcadores en plasma, especialmente aquellos que son lipídicos y que se pueden obtener a partir de muestras de sangre. Se ha demostrado que un desequilibrio en el metabolismo lipídico provoca una funcionalidad cerebral anormal, lo cual caracteriza la progresión de esta enfermedad.
Diversos estudios han señalado una conexión entre los niveles plasmáticos de lípidos y la EA. En términos generales, las alteraciones en los lípidos se relacionan con el deterioro cognitivo, evidenciando una correlación con la gravedad de la EA, así como con el surgimiento de múltiples trastornos psiquiátricos o neurológicos vinculados al deterioro cognitivo.
Respecto al género, hay una menor cantidad de investigaciones centradas en hembras, ya que el análisis de los datos se complica debido a la mayor variabilidad relacionada con el ciclo estral. Por esta razón, resulta crucial llevar a cabo estudios en hembras que exploren biomarcadores de Alzheimer, teniendo en cuenta esta variable.
Este estudio tenía como meta llevar a cabo un análisis lipidómico en muestras de plasma provenientes de ratonas jóvenes transgénicas APPswe/PS1dE9, utilizadas como modelo para la enfermedad de Alzheimer. Se realizó una comparación con ratonas de tipo salvaje de la misma colonia. Durante el proceso, se identificaron los principales lípidos que presentaban alteraciones en el plasma, atribuibles a la enfermedad de Alzheimer temprana. Además, se evaluó la relación entre estos lípidos y los presentes en el cerebro, así como se examinó el impacto del ciclo estral sobre los lípidos.
Se llevaron a cabo procesos de recolección, análisis y procesamiento de muestras de plasma provenientes de ratones hembra, tanto de tipo salvaje como transgénicos con Alzheimer (APP/PS1) que tenían 5 meses de edad. Para ello, se utilizó un método de análisis lipidómico que se basa en la espectrometría de masas. Posteriormente, se realizó un análisis estadístico que abarcó enfoques tanto univariantes como multivariantes, con el objetivo de identificar diferencias lipídicas significativas vinculadas a la EA entre los distintos grupos. Además, se llevaron a cabo pruebas citológicas para verificar las fases del ciclo estral.
El estudio actual ha facilitado la identificación de los lípidos más afectados en las primeras etapas de la EA utilizando el modelo de ratón hembra APP/PS1. Se examinó su conexión con el lipidoma cerebral y se analizó cómo la fase del ciclo estral influye en el metabolismo lipídico. Esto sugiere que es posible detectar alteraciones lipídicas en el plasma durante las fases iniciales de la EA. Además, se observaron correlaciones significativas entre los niveles de lípidos en el plasma y en el cerebro.
En términos generales, este estudio ha revelado diversas conexiones entre el metabolismo lipídico en el plasma y en ciertas regiones cerebrales. Se han identificado seis lípidos individuales que podrían servir como biomarcadores tempranos y mínimamente invasivos de la EA, los cuales están íntimamente relacionados con la patología cerebral.
Además, se subraya la importancia de la monitorización del ciclo estral, ya que podría tener un papel significativo en las investigaciones sobre el metabolismo femenino.