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La antigua Roma y su ingeniosa gestión de inundaciones fluviales

Redacción | Miércoles 13 de noviembre de 2024

Dos profesores de la ULPGC, Tewise Yurena Ortega y José Luis Zamora, analizan en The Conversation cómo los romanos gestionaban las inundaciones del río Tíber. A pesar de su avanzado conocimiento en hidrología, inicialmente no implementaron medidas preventivas, creyendo que las inundaciones eran castigos divinos. Con el tiempo, bajo los emperadores Augusto y Tiberio, adoptaron soluciones técnicas para mitigar los efectos de las crecidas, mejorando la infraestructura fluvial y promoviendo el mantenimiento de cauces.



Tewise Yurena Ortega y José Luis Zamora, expertos en Derecho Romano de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), han publicado un artículo en la plataforma The Conversation titulado “Cómo afrontaron los romanos la gestión de las inundaciones en la Antigüedad”. En este texto, analizan las estrategias que implementaron los romanos para hacer frente a las crecidas del río Tíber.

La ubicación geográfica de Roma, donde convergen múltiples corrientes fluviales, la hacía propensa a inundaciones. Sin embargo, esta situación también ofrecía ventajas comerciales y estratégicas. Los autores destacan que, aunque los romanos poseían conocimientos avanzados en hidrología y construcción, **no adoptaron medidas preventivas** de forma inmediata. Esto se debía, en parte, a que consideraban las inundaciones como manifestaciones divinas. Fue durante los gobiernos de los emperadores Augusto y Tiberio cuando comenzaron a implementar soluciones técnicas para abordar el problema del agua.

Estrategias Implementadas por Augusto y Tiberio

Bajo el mandato de Augusto, se llevaron a cabo importantes obras para mejorar el cauce del Tíber. Este emperador “ensanchó, limpió y encauzó el río”, que había sido obstruido por escombros y desechos acumulados a lo largo del tiempo. Además, se establecieron regulaciones sobre las construcciones cercanas al río, prohibiendo su urbanización. También fue Augusto quien introdujo sanciones para quienes dañaran las infraestructuras destinadas al control de inundaciones.

La labor de Augusto fue continuada por Tiberio, quien creó una comisión encargada de supervisar el cauce del río y proteger la ciudad. Esta iniciativa incluía tres propuestas clave: desviar el río, realizar obras de canalización y ocluir el lago Velino. Aunque inicialmente estas medidas fueron rechazadas por motivos religiosos por parte del Senado, otros emperadores como Claudio y Trajano abordaron la gestión hídrica mediante la construcción de puertos y cloacas, esenciales para drenar aguas acumuladas.

Un Enfoque Estratégico ante los Riesgos Fluviales

Cuando la comisión propuesta por Tiberio finalmente se estableció, estuvo compuesta por cinco miembros senadores con apoyo técnico. Entre sus funciones estaban delimitar las orillas del río y proteger a quienes realizaban labores de limpieza. Estas acciones no solo buscaban mitigar los efectos inmediatos de las inundaciones sino también **reducir sus consecuencias** sobre el funcionamiento urbano.

A pesar de que la respuesta romana no fue completamente sistemática ni preventiva, los autores concluyen que evidencian una comprensión técnica notable sobre los riesgos fluviales. Las medidas adoptadas reflejan un esfuerzo por adaptar la infraestructura urbana a las realidades hídricas del entorno.

The Conversation España, desde su adhesión en febrero de 2020 por parte de la ULPGC, ha permitido a sus investigadores publicar más de 220 artículos sobre diversos temas. Esta plataforma cuenta con ediciones en varios países además de España.

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