Una encuesta reciente revela que el 57% de los aficionados al fútbol considera que los "piscinazos" son más comunes hoy en día. La mayoría atribuye esta práctica a estrategias para obtener ventaja y al desgaste físico. El campeonato español es percibido como el que más simulaciones presenta, y la tarjeta amarilla es la sanción más apoyada para erradicarlas. Snickers lanza una campaña humorística sobre el hambre como causa de estas acciones, con Aitana Bonmatí como embajadora.
Una reciente encuesta ha puesto de manifiesto que la simulación de faltas, comúnmente conocidas como "piscinazos", es vista como una práctica habitual en el fútbol contemporáneo. Este estudio, llevado a cabo por la marca alimentaria Snickers entre aficionados españoles, revela que un asombroso 88,6% de los encuestados considera que estas acciones son frecuentes, y más de la mitad opina que su incidencia ha aumentado con el tiempo.
El informe destaca que el campeonato español es percibido como el más afectado por los piscinazos, con un notable 74,1% de los participantes señalando esta tendencia, superando así a las ligas inglesa (8%) e italiana (7,4%). En cuanto a las sanciones propuestas, la tarjeta amarilla se perfila como la opción más apoyada, con un 55,8%, mientras que más del 54% de los aficionados cree que estas simulaciones deberían ser erradicadas del deporte.
Además, el 57% de los encuestados sostiene que los piscinazos son más comunes hoy en día que en épocas pasadas. En contraste, un 24.6%% opina que eran más frecuentes anteriormente y un 18.4%% considera que su frecuencia se ha mantenido constante.
Las razones detrás de esta práctica son diversas. Para el 80,7%% de los aficionados, los jugadores simulan porque les resulta efectivo para engañar al árbitro y obtener una ventaja. Por otro lado, un 19.3%% atribuye esta conducta al agotamiento o al hambre. Este último aspecto ha sido aprovechado por Snickers para lanzar una campaña humorística centrada en cómo el hambre puede influir en el comportamiento de los jugadores.
La campeona del mundo está recorriendo campos de fútbol amateur para detectar y "corregir" con humor a aquellos que caen con facilidad. Según Aitana Bonmatí: "Esta campaña me parece fresca y diferente. Me encanta la idea de que Snickers adopte un enfoque desenfadado hacia algo que afecta directamente a un buen partido de fútbol."
Vanessa Caralps, Regional Portfolio Director Bars de Snickers España, comenta: "Con esta campaña buscamos conectar con el aficionado auténtico, aquel que vive el fútbol con pasión y sentido del humor." La campaña se difunde a través de redes sociales y medios digitales, formando parte de una estrategia global para posicionar a Snickers en momentos clave del consumo deportivo. Porque si el hambre afecta al juego, Snickers tiene la solución.