En sus primeros cinco años, la Unidad de Delitos contra la Falsificación de Amazon ha logrado sanciones penales y más de 180 millones de dólares en multas contra infractores. Este equipo global colabora con marcas y fuerzas de seguridad para investigar y detener falsificaciones, utilizando tecnología avanzada como inteligencia artificial. A través de acciones legales y colaboraciones internacionales, han responsabilizado a numerosos infractores, destacando su compromiso por ofrecer una experiencia de compra segura y auténtica.
La Unidad de Delitos contra la Falsificación de Amazon, conocida como CCU por sus siglas en inglés, ha logrado un impacto significativo en la lucha contra la falsificación en sus primeros cinco años de operación. Este esfuerzo se ha traducido en más de 180 millones de dólares en multas y sentencias judiciales a favor de diversas marcas afectadas por infracciones.
La filosofía de Amazon se basa en una obsesión por el cliente, que implica asegurar una experiencia de compra segura y auténtica. Para ello, la compañía ha implementado un enfoque proactivo que combina tecnología avanzada con la labor de investigadores especializados, buscando detener las falsificaciones antes de que lleguen a los consumidores. Gracias al uso de inteligencia artificial y machine learning, han mejorado su capacidad para detectar listados sospechosos, bloqueando más del 99% antes de que sean reportados por las marcas.
Desde su creación, la CCU ha crecido exponencialmente, pasando de operar en solo dos países a 12, incluyendo potencias como EE.UU., China y el Reino Unido. Este crecimiento refleja la necesidad urgente de una respuesta global ante las redes transfronterizas dedicadas a la falsificación.
A lo largo de estos años, Amazon ha fortalecido su red colaborativa, aumentando las asociaciones con agencias gubernamentales desde siete hasta más de 50. Trabajan codo a codo con entidades como EUROPOL y el FBI para llevar a cabo investigaciones exhaustivas y acciones legales contra los infractores.
En total, se han iniciado más de 200 acciones civiles, resultando en importantes sanciones penales para los responsables. En un caso notable, un infractor fue condenado a seis años y medio de prisión por tráfico de productos falsificados, subrayando las serias consecuencias que enfrentan quienes violan estas leyes.
A través de colaboraciones estratégicas con marcas reconocidas como Prada, Salvatore Ferragamo, y muchos otros, Amazon ha conseguido pruebas contundentes para desmantelar operaciones ilegales.
Un ejemplo reciente es la colaboración con Pandora, donde ambas compañías trabajaron juntas para identificar falsificadores que intentaban vender productos falsos en varios países europeos. Esta operación culminó en una condena significativa para el principal infractor, quien recibió más de tres años de prisión.
A pesar del éxito alcanzado hasta ahora, Amazon reconoce que aún queda mucho por hacer. Los falsificadores continúan adaptándose, lo cual exige innovación constante y vigilancia activa. La compañía mantiene firme su compromiso: garantizar que cada cliente pueda comprar con confianza sabiendo que cada producto es auténtico.
A medida que avanzan hacia su objetivo final —alcanzar cero falsificaciones— Amazon sigue mejorando sus herramientas tecnológicas y fortaleciendo sus alianzas con marcas y fuerzas del orden alrededor del mundo.
Para conocer más sobre los esfuerzos continuos contra las falsificaciones, se puede consultar el Informe de Protección de Marca 2024.