El Gobierno de Castilla-La Mancha financia un proyecto de investigación para mejorar análogos lácteos vegetales, buscando reducir la brecha con los productos lácteos tradicionales y fomentar la sostenibilidad alimentaria.
El Gobierno de Castilla-La Mancha ha puesto en marcha un ambicioso proyecto de investigación enfocado en la mejora de los análogos lácteos vegetales, con el objetivo de cerrar la brecha existente entre estos productos y los lácteos tradicionales. La directora de la Agencia de Investigación e Innovación, Charo Serrano, ha sido la encargada de anunciar esta iniciativa durante una visita al proyecto, que se desarrolla en la Facultad de Ciencias y Tecnologías Químicas/Instituto de Investigación Científica Aplicada (IRICA).
Este proyecto es parte de un conjunto más amplio, ya que se están llevando a cabo quince iniciativas en dicha facultad, con una inversión total cercana a los 1,5 millones de euros. Estos fondos provienen de las ayudas destinadas a proyectos de investigación promovidas por el Gobierno regional bajo la dirección de Emiliano García-Page.
Durante su intervención, Charo Serrano destacó que este proyecto es liderado por una mujer, Justa María Poveda, lo cual resalta el papel femenino en el ámbito científico. En este sentido, mencionó que aproximadamente el 44 por ciento de los proyectos financiados en la última convocatoria están dirigidos por mujeres, y que en este caso particular, un 66 por ciento del equipo está compuesto por féminas.
Serrano también subrayó el impacto económico positivo que se espera del desarrollo de estos análogos vegetales. La valorización de materias primas transformadas en productos altamente demandados responde a un creciente interés por parte del público hacia la producción sostenible de alimentos. Esta tendencia se prevé que continúe aumentando en los próximos años.
Además, el proyecto contribuirá al crecimiento del sector de los frutos secos, lo que favorecerá no solo el mantenimiento sino también el desarrollo del sector agrícola local. Esto es fundamental para fomentar la fijación de población en áreas rurales.
Hasta ahora, se han desarrollado análogos de leches fermentadas y yogures, así como quesos elaborados con ingredientes como pistacho, altramuz y almendra. Estos productos presentan características nutricionales y sensoriales mejoradas en comparación con los disponibles actualmente en el mercado, acercándose notablemente a las propiedades de los lácteos tradicionales.