Investigadores del CiMUS han descubierto un nuevo mecanismo para combatir enfermedades autoinmunes, que afectan entre el 3 y el 5% de la población mundial. Este avance identifica tres proteínas (GGNBP2, CNOT10 y CNOT11) que trabajan conjuntamente para regular la respuesta inmunitaria cuando la enzima ADAR1 no funciona correctamente. Publicado en *Science Immunology*, este hallazgo abre nuevas vías para terapias contra enfermedades autoinmunes y otras afecciones relacionadas, como el cáncer.
Las enfermedades autoinmunes afectan actualmente entre el 3% y el 5% de la población mundial, y su incidencia está aumentando de manera alarmante, probablemente debido a cambios en la exposición a factores ambientales. Estas patologías se producen cuando el sistema inmunológico ataca por error las células del propio organismo, reconociendo su ARN como un agente extraño. Este mal funcionamiento deja al cuerpo vulnerable frente a infecciones que pueden resultar perjudiciales.
En este contexto, la enzima ADAR1 juega un papel crucial como guardián que evita la hiperactivación del sistema inmunitario innato; sin embargo, no siempre opera correctamente. Hasta ahora, solo se había identificado un mediador capaz de regular la respuesta inmune ante ARN de doble cadena en ausencia de ADAR1. Sin embargo, un equipo de investigación del Centro Singular de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas (CiMUS) de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) ha realizado un descubrimiento significativo.
Bajo la dirección de Miguel Fidalgo y Diana Guallar, los grupos de investigación "Células madre y enfermedades humanas" y "Epitranscriptómica y envejecimiento" han identificado tres nuevas proteínas: GGNBP2, CNOT10 y CNOT11. Estas proteínas trabajan en conjunto para restaurar el funcionamiento adecuado del sistema inmunológico. La investigación fue realizada en colaboración con el equipo liderado por Carl Walkey en Australia y ha sido publicada recientemente en la prestigiosa revista científica Science Immunology.
Diana Guallar destaca que este estudio representa “un avance importante en la lucha contra las enfermedades autoinmunes relacionadas con problemas en ADAR1” y es esencial para desarrollar nuevas terapias que también podrían aplicarse a otras afecciones, como el cáncer.
Los investigadores consideran que este trabajo constituye un “fito” con gran potencial para abordar enfermedades autoinmunes, ya que ofrece una nueva perspectiva tras mucho tiempo sin avances significativos. Según Fidalgo, “hemos descubierto un nuevo mecanismo sobre cómo se controla la respuesta inmunitaria innata independiente de MDA5”, que era el único mediador conocido hasta ahora.
El objetivo del estudio era identificar qué otras proteínas ayudan a regular esta respuesta inmune cuando ADAR1 no funciona adecuadamente. Utilizando técnicas avanzadas como CRISPR, lograron identificar a GGNBP2, CNOT10 y CNOT11 como esenciales para regular esta respuesta al controlar la cantidad de ARN presente en el citoplasma celular.
Guallar concluye que “esto evita reacciones exageradas del sistema inmunitario”, señalando que la ausencia de cualquiera de estas tres proteínas incrementa las probabilidades de una respuesta inmune inapropiada. Entre ellas, GGNBP2 parece tener el rol más destacado al asegurar que el ARN esté correctamente localizado dentro de la célula.