Investigadores del Instituto de Neurociencias han desarrollado una nueva estrategia para combatir las metástasis cerebrales del melanoma, un cáncer de piel agresivo. Al reprogramar la microglía, célula inmune del cerebro, se puede frenar el crecimiento tumoral y mejorar la respuesta a tratamientos de inmunoterapia. Este enfoque podría potenciar la eficacia de terapias existentes y ofrecer nuevas perspectivas en el tratamiento de metástasis cerebrales en pacientes con melanoma y otros tipos de cáncer.
Las metástasis cerebrales representan una de las complicaciones más serias del melanoma, el cáncer de piel más agresivo. Un equipo del Instituto de Neurociencias (IN), que es un centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche, ha descubierto una innovadora estrategia para frenar su avance. Este hallazgo podría mejorar la eficacia de los tratamientos actuales. La investigación, publicada en la revista Cancer Cell, revela que la microglía, un tipo de célula inmune presente en el cerebro, puede ser manipulada para inhibir el crecimiento de estas metástasis y potenciar la respuesta a la inmunoterapia en modelos preclínicos con ratones.
El laboratorio dirigido por la científica del CSIC, Berta Sánchez-Laorden, ha demostrado que es posible reprogramar la microglía para que pase de un estado que favorece el crecimiento tumoral a otro que estimula la respuesta antitumoral. “Hemos identificado una vía de señalización clave, denominada Rela/NF-kB, cuya inhibición revierte la función protumoral de la microglía y activa respuestas inmunitarias contra los tumores”, explica Sánchez-Laorden, quien lidera este estudio.
A través del uso de modelos murinos con metástasis cerebral y técnicas avanzadas de secuenciación, los investigadores pudieron analizar cómo actúa la microglía en este contexto. Según Francisco Javier Rodríguez Baena, primer autor del artículo: “Al bloquear la señalización de Rela/NF-kB en la microglía, estas células comienzan a enviar señales a otras del sistema inmune, como linfocitos T citotóxicos o células asesinas naturales, que atacan eficazmente las células tumorales”.
El análisis también incluyó muestras de pacientes, confirmando que esta estrategia tiene potenciales aplicaciones clínicas futuras. Además, se observó que el bloqueo de esta vía no solo disminuye las metástasis cerebrales, sino que también mejora la respuesta a inmunoterapia en modelos preclínicos. “Los inhibidores de puntos de control inmune han transformado el tratamiento del melanoma; sin embargo, no todos los pacientes responden adecuadamente a estas terapias”, señala Sánchez-Laorden. “Nuestro estudio sugiere que combinar estas terapias con inhibidores de Rela/NF-kB podría aumentar su efectividad en el tratamiento de metástasis cerebrales”, añade.
Los resultados obtenidos indican que manipular la microglía podría ser una opción viable junto a las inmunoterapias existentes para incrementar su eficacia en pacientes con metástasis cerebrales. “Este enfoque nos permite investigar nuevas combinaciones terapéuticas que podrían mejorar significativamente la supervivencia”, enfatiza Sánchez-Laorden.
Este estudio marca un avance crucial en la comprensión de las interacciones entre el sistema inmune cerebral y las metástasis en dicho órgano, ofreciendo una vía prometedora para optimizar el pronóstico en pacientes con cáncer avanzado. Estos progresos pueden abrir camino hacia nuevas estrategias terapéuticas para aquellos afectados por melanoma y otros tipos de cáncer que metastatizan al cerebro, como los cánceres de mama o pulmón. “Este es solo el primer paso; nuestro objetivo ahora es profundizar en cómo trasladar este conocimiento a tratamientos clínicos y evaluar el potencial de los inhibidores ya aprobados para otros usos”, concluye Rodríguez-Baena.
El equipo ha trabajado en colaboración con el laboratorio Plasticidad Celular y Neuropatología del IN, bajo la dirección del investigador José López-Atalaya, experto en microglía y análisis de datos genómicos. También colaboraron con el equipo liderado por Gema Moreno Bueno, catedrática del Instituto de Investigaciones Biomédicas Sols-Morreale (IIBM-CSIC-UAM) y Fundación MD Anderson (Madrid), quienes facilitaron muestras clínicas.
Dicha investigación ha sido posible gracias al apoyo financiero proporcionado por organizaciones como Melanoma Research Alliance, Fundación FERO y diversas entidades estatales vinculadas al ámbito científico e investigador.
IN – CSIC Comunicación