Expertos de UIC Barcelona advierten sobre los riesgos de la inteligencia artificial en el acompañamiento psicológico y destacan la necesidad de invertir en salud mental, especialmente en jóvenes y ancianos.
En el contexto del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, expertos de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de UIC Barcelona han expresado su preocupación por los riesgos asociados al uso de la inteligencia artificial (IA) en el ámbito del acompañamiento psicológico. Estos profesionales subrayan la urgencia de destinar más recursos a la promoción de la salud mental, enfocándose especialmente en adolescentes y personas mayores.
El profesor e investigador del Departamento de Medicina, Pere Castellví, ha señalado que la IA tiene la capacidad de “simular empatía” y ofrecer respuestas que buscan complacer al usuario, pero carece de un verdadero juicio humano y comprensión emocional. Castellví hace hincapié en que es fundamental establecer regulaciones éticas y mecanismos de supervisión, tales como filtros y alertas automáticas, así como facilitar el acceso a ayuda profesional inmediata, con el fin de salvaguardar a la población, especialmente a los jóvenes. “La IA nunca debe reemplazar el acompañamiento humano; debe ser un complemento bajo control ético y clínico”, enfatiza.
Por su parte, Andrea Lastra, psicóloga general sanitaria y docente del Departamento de Psicología, ha indicado que ha habido un incremento notable en las tasas de suicidio entre adolescentes y jóvenes en los últimos años. Entre las causas más relevantes se encuentran la presión social, el acoso escolar, trastornos mentales, inestabilidad emocional y factores familiares. Además, Lastra resalta que las personas mayores son otro grupo vulnerable debido al aislamiento social y la soledad no deseada, lo que eleva el riesgo de conductas suicidas.
Tanto Castellví como Lastra consideran alentador que cada vez más individuos busquen apoyo psicológico no solo ante problemas específicos, sino también como parte integral de su bienestar general. Para mejorar esta atención, abogan por una mayor inversión en salud mental y demandan formación especializada para médicos y profesionales de atención primaria, así como respaldo por parte de equipos especializados. También animan a la población a cuidar su salud mental mediante hábitos saludables: fomentar relaciones sociales, realizar actividad física, seguir una dieta equilibrada, gestionar el estrés con técnicas de relajación y buscar ayuda profesional cuando sea necesario.
Las declaraciones realizadas por estos expertos coinciden con el compromiso continuo de UIC Barcelona hacia la promoción de la salud mental y el bienestar emocional, especialmente entre los jóvenes. Este compromiso se refleja también en el documental titulado