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La exposición a sustancias químicas afecta gravemente la salud humana

Salud ambiental

Redacción | Lunes 07 de julio de 2025

El catedrático Nicolás Olea, en los Cursos de Verano de la UAL, advierte sobre el impacto negativo de más de 245.000 sustancias químicas en la salud humana, destacando el aumento de enfermedades hormonales como obesidad y cáncer. Resalta la preocupación por la exposición materno-infantil a estos contaminantes y propone acciones preventivas cotidianas para reducir su presencia. Olea enfatiza que la adaptación a este nuevo entorno químico tiene un alto costo para la salud pública.



El catedrático Nicolás Olea, reconocido experto en la intersección entre medio ambiente y salud, ha lanzado una contundente advertencia durante su intervención en los Cursos de Verano de la Universidad de Almería (UAL). Según Olea, “la Agencia Europea de Compuestos Químicos y Mezclas reconoce más de 245.000 sustancias químicas de síntesis en el mercado, lo que tiene un precio significativo para la salud”. En su discurso, enfatizó que “los disruptores endocrinos están detrás del aumento de enfermedades de origen hormonal”, incluyendo obesidad, diabetes y ciertos tipos de cáncer.

Olea, quien también es médico en el Hospital Clínico Universitario de Granada, participó en el seminario ‘Salud ambiental: abordaje clínico del exposoma’, desde Cali, Colombia, donde se encontraba para ofrecer conferencias sobre sostenibilidad agrícola. Su presencia virtual no restó impacto a sus palabras; por el contrario, añadió un aire de urgencia a su mensaje sobre los peligros que representan estos compuestos químicos para la salud pública.

La realidad alarmante del exposoma

Durante su exposición, Olea subrayó la severidad del cambio ambiental al que nos hemos enfrentado desde los años sesenta. La incorporación masiva de derivados del petróleo y gas natural en productos cotidianos como plásticos y cosméticos ha facilitado una exposición sin precedentes a compuestos químicos sintéticos. “Aunque estos materiales han mejorado nuestras vidas, también han incrementado nuestra exposición a sustancias desconocidas”, advirtió.

Con datos inquietantes en mano, el catedrático destacó que “los estudios de biomonitorización muestran la presencia generalizada de estas sustancias en la población”. Una frase contundente resonó entre los asistentes: “todos los niños españoles mean plástico”, reflejando así la alarmante realidad de que componentes plásticos están presentes incluso en nuestros cuerpos. Esta situación plantea serias preocupaciones sobre los efectos adversos que ya comienzan a manifestarse.

Recomendaciones para prevenir la exposición

Olea explicó que muchos contaminantes actuales son disruptores endocrinos, lo que significa que alteran el equilibrio hormonal y contribuyen al aumento de enfermedades como la infertilidad y diversos tipos de cáncer. Además, expresó su preocupación por la transmisión materno-infantil de estos contaminantes durante el embarazo y lactancia. Para combatir esta problemática, propuso recomendaciones prácticas: reducir el uso de plásticos en la cocina y supermercados, disminuir el consumo excesivo de ropa no reciclable y prestar atención a la composición de cosméticos.

Nicolás Olea, licenciado en Medicina y Cirugía desde 1977 y doctor por la UGR en 1981, lidera un grupo multidisciplinar enfocado en estudiar cómo los contaminantes químicos afectan la salud humana. Su trayectoria incluye organizar conferencias nacionales sobre disrupción endocrina y servir como evaluador experto para programas internacionales relacionados con este tema.

Perspectivas interdisciplinarias sobre salud ambiental

En el mismo seminario, otros expertos como Sandra Pereyra Biazzi, odontóloga neurofocal/ambiental, hicieron hincapié en cómo los materiales utilizados en odontología pueden afectar a pacientes con patologías sensibles. Por otro lado, Sonia Hernández-Montaño, arquitecta del Estudio Arquitectura Sana, abordó la importancia de considerar la calidad del aire y la biohabitabilidad dentro del diseño arquitectónico para mejorar la salud pública.

A medida que se avanza hacia un enfoque más integral sobre salud ambiental, queda claro que es fundamental unir esfuerzos entre diversas disciplinas para abordar esta compleja problemática. La participación activa tanto del sector sanitario como del ámbito arquitectónico puede ser clave para mejorar las condiciones ambientales y sanitarias actuales.

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