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La Universitat de València elabora un mapa detallado de los daños causados por la DANA
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La Universitat de València elabora un mapa detallado de los daños causados por la DANA

viernes 22 de noviembre de 2024, 13:30h

La Universitat de València creó un mapa detallado tras las inundaciones provocadas por la DANA en octubre de 2024, que afectó gravemente a la Comunidad Valenciana. Este esfuerzo multidisciplinario, liderado por la profesora Carmen Zornoza, utilizó tecnología de teledetección y colaboración ciudadana para mejorar la información inicial del programa Copernicus. El mapa no solo documenta los daños, sino que también sirve como base para futuras estrategias de gestión de emergencias y educación sobre riesgos.

El 29 de octubre de 2024, la Comunidad Valenciana se vio azotada por un episodio de lluvias torrenciales que dejó a su paso devastación y numerosos municipios inundados. En respuesta a esta emergencia, la Universitat de València (UV) activó rápidamente a un equipo multidisciplinario de expertos que desarrolló, en tiempo récord, la primera cartografía precisa de las áreas afectadas por la DANA. Este mapa no solo documenta el impacto del desastre, sino que también tiene como objetivo establecer bases sólidas para una gestión más efectiva de futuras emergencias.

Un esfuerzo coordinado para crear un mapa preciso

La iniciativa fue liderada por la profesora Carmen Zornoza, del Departamento de Geografía. En este proyecto colaboraron investigadores como Javier Serrano y Ana Belén Ruescas, junto con el apoyo del Laboratorio de Procesamiento de Imágenes de la UV (IPL). Utilizando herramientas de teledetección y participación ciudadana, el equipo logró mejorar la delimitación inicial proporcionada por el programa europeo Copernicus, que ofrece mapas rápidos tras emergencias.

Zornoza comentó: “Nuestro objetivo era proporcionar información rápida y precisa para evaluar los daños, gestionar las ayudas y proponer soluciones a largo plazo”. La cartografía elaborada surgió ante la necesidad urgente de mostrar con claridad el alcance del desastre. “Al ver la magnitud de la tragedia, sabíamos que necesitábamos saber hasta dónde había llegado la inundación”, explicó Zornoza.

La importancia de la colaboración ciudadana

El trabajo del equipo se organizó rápidamente a través de medios digitales. “Conocemos el terreno y a muchas personas afectadas, por lo que era urgente mejorar esa información”, añadió Zornoza. A través de videoconferencias, cada miembro aportó recursos valiosos: Serrano utilizó sus redes para recopilar datos clave, mientras que Ruescas integró herramientas avanzadas de teledetección.

El resultado fue una herramienta más precisa que no solo refleja los efectos inmediatos del fenómeno meteorológico, sino que también establece una base para futuras estrategias en gestión del riesgo. La colaboración ciudadana fue fundamental en este proceso. Javier Serrano destacó: “Sin su ayuda no habríamos podido delimitar zonas como Beniparrell y toda esa área hasta el polígono industrial de Silla”.

Tecnología satelital al servicio de las emergencias

Las imágenes satelitales fueron cruciales en este proyecto. Ana Belén Ruescas subrayó su importancia: “En emergencias como esta, las tecnologías son fundamentales porque ofrecen una visión global difícilmente alcanzable mediante desplazamientos físicos”. Estas imágenes permiten analizar grandes extensiones y extraer información clave mediante algoritmos aplicados a diferentes rangos de radiación.

Agradeciendo esta tecnología, el equipo pudo integrar datos satelitales con información proporcionada por los ciudadanos, logrando así un mapa detallado sobre el alcance de las inundaciones y facilitando acciones más efectivas ante situaciones similares.

Cambio climático y resiliencia ante desastres

La DANA resalta la necesidad imperiosa de integrar el cambio climático en la planificación territorial. Según Ana Camarasa, catedrática del Departamento de Geografía, las ramblas mediterráneas están mostrando comportamientos extremos debido al ciclo hidrológico intensificado por el cambio climático. Ella advierte sobre los peligros inherentes a depender exclusivamente de soluciones estructurales: “Las obras nos generan una falsa sensación de seguridad”.

Camarasa enfatiza que es esencial combinar medidas tradicionales con enfoques basados en la naturaleza para permitir que los ecosistemas cumplan su función sin incrementar los riesgos para la población. Para ella, “la cartografía es solo el primer paso hacia una gestión más eficaz del riesgo” y destaca la importancia vital de educar sobre estos fenómenos.

Hacia un futuro más seguro gracias al conocimiento

La cartografía creada tras la DANA ha sido incorporada al visor oficial del Institut Cartogràfic Valencià, convirtiéndose en referencia para instituciones públicas. Este logro pone en evidencia tanto la capacidad técnica como el compromiso social de la Universitat de València.

“Lo que hemos aprendido es que no podemos luchar contra la naturaleza, pero sí trabajar con ella”, concluye Camarasa. A medida que aumentan los episodios extremos, iniciativas como esta se vuelven esenciales para construir resiliencia y salvar vidas. El equipo sigue investigando nuevas estrategias educativas para mitigar impactos futuros y reafirma su mensaje: *el conocimiento es nuestra mejor defensa ante los desastres naturales*.

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