Un alarmante 80% del alumnado universitario afirma no haber participado en ningún órgano de gestión ni en asociaciones de su institución educativa. Esta reveladora información proviene del informe Via Universitària: Accés, condicions d’aprenentatge, expectatives i retorns dels estudis universitaris (2023-2025), elaborado por la Xarxa Vives y presentado recientemente, el cual recoge las opiniones de 45.572 estudiantes de 20 universidades en Cataluña, el País Valencià, las Illes Balears y el Principat d’Andorra, incluyendo a un millar de la Universitat de Lleida.
El estudio revela que la participación del estudiantado en la vida institucional y asociativa es notablemente baja: apenas un 6,8% participa de manera habitual o muy frecuente en algún órgano de gestión, mientras que solo un 5,8% lo hace en asociaciones o entidades. Además, se evidencia una escasa implicación del alumnado en la toma de decisiones académicas y una percepción generalizada de falta de influencia sobre la vida universitaria; uno de cada cinco estudiantes (22,9%) se siente ignorado por las instituciones educativas.
Reflexiones sobre la participación estudiantil
A pesar de que un 40,4% considera que es consultado mediante herramientas como encuestas de satisfacción o grupos de trabajo, solo un 25,6% señala tener la oportunidad real de participar en las decisiones cuando así lo desea. Los directores científicos del informe subrayan la necesidad urgente de reflexionar sobre el modelo actual de implicación estudiantil promovido por las universidades y sus repercusiones en términos de gobernanza.
El informe también destaca una preocupante reducción del tiempo dedicado al estudio autónomo, que se sitúa en una media de 22,8 horas por crédito. Esta tendencia a la baja podría estar relacionada con diversos factores que requieren un análisis más profundo, como los cambios en la presencialidad y el uso de nuevas metodologías docentes. Según los autores, esta disminución plantea importantes retos para garantizar la calidad del aprendizaje universitario.
Dificultades y desigualdades persistentes
En cuanto al perfil sociodemográfico, se mantiene una tendencia preocupante: el porcentaje de estudiantes provenientes de clases bajas ha disminuido del 9% al 8%, mientras que aquellos procedentes de clases altas han aumentado del 58,8% al 63%. En los másters también se observan diferencias similares. Estas cifras evidencian que el sistema universitario aún está lejos de alcanzar la equidad deseada.
Por último, otras conclusiones del informe resaltan las dificultades que enfrenta el alumnado debido a presiones económicas, la consolidación del modelo universitario no presencial, así como la persistente brecha de género tanto en la elección de estudios como en la distribución del tiempo personal. La ansiedad y los problemas relacionados con la salud mental continúan afectando a gran parte del estudiantado universitario.
En la elaboración del informe han colaborado destacados académicos como Montse Rué, vicerectora d'Estudiants i Ocupabilitat; Carme Sala, jefa de Calidad y Planificación Docente; y Fidel Molina, catedrático de Sociología.
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