Zeta, el nombre artístico de Pablo Herrero, ha sido el protagonista de una de las actividades culturales más destacadas de la trigésima octava edición de los Cursos de Verano de la UCM. Durante su conferencia, celebrada en la Casa de Cultura de San Lorenzo de El Escorial, Zeta ofreció un recorrido por su trayectoria vital y artística, desde sus humildes comienzos en un pequeño pueblo de Zamora hasta convertirse en uno de los referentes del arte urbano a nivel nacional.
Desde muy joven, Zeta mostró un gran interés por el dibujo, asistiendo a diversas escuelas artísticas. Su vida dio un giro decisivo en 1985 al ver el documental Style wars, que exploraba la cultura hip hop neoyorquina. Esta experiencia lo llevó a definir su camino artístico. En su charla, Zeta también reflexionó sobre los orígenes del grafiti, remontándose incluso a las pinturas rupestres, como ya había hecho Carlos Saura en su película Las paredes hablan.
El impacto del hip hop en el arte urbano
El artista recordó que el movimiento moderno del grafiti nació en Estados Unidos, especialmente tras el apagón de Nueva York en 1977. Este evento propició saqueos que permitieron a las comunidades afroamericanas y latinas expresarse a través de la música, el baile y diversas formas artísticas. Documentales como Wild style, junto con películas icónicas como Beat Street, fueron fundamentales para popularizar este movimiento.
En España, programas como Tocata ayudaron a difundir el break dance, donde Zeta también destacó. Su estilo gráfico evolucionó hacia un enfoque más narrativo e influenciado por el cómic, lo que le permitió crear personajes complejos y formas innovadoras.
Una carrera en ascenso y reconocimiento internacional
La llegada del fotógrafo Miguel Trillo a finales de los años ochenta fue crucial para dar visibilidad al arte urbano. En 1988, Zeta, con tan solo 18 años y junto al colectivo Crime Artists, realizó su primera exposición en la Galería Ynguanzo de Madrid.
A partir de ese momento, su carrera comenzó a profesionalizarse: realizó viajes a París, diseñó portadas de discos y fundó el grupo Jungle Kings, participando incluso en el programa RockoPop. Además, recibió encargos destacados como decorar un cine para el estreno de Átame, dirigido por Pedro Almodóvar.
Evolución del arte urbano en España
Los años noventa marcaron dos hitos importantes: la aparición de Montana Colors, pionera en aerosoles para grafiteros, y el desinterés inicial de las grandes multinacionales por el hip hop debido a su masificación. Esto llevó a artistas como Zeta (quien firmaba como Faze 2) a adoptar posturas más reivindicativas.
A medida que avanzaba la década, Zeta exploró diversos géneros musicales y lanzó discos en solitario. Sin embargo, ya en el siglo XXI decidió centrarse más intensamente en el grafiti, colaborando con entidades como la Fundación Real Madrid, Montana Colors y la Universidad Complutense de Madrid, donde ha realizado varios murales significativos.
Un legado perdurable para el arte urbano
Zeta considera que un hito importante para el arte urbano se produjo tras una exposición organizada por Francisco Reyes en el Museo de Antropología de Madrid. Este evento ha llevado a que varias instituciones soliciten obras para formar parte del panteón inmaterial del arte urbano. “Es algo inimaginable cuando este movimiento comenzó en España durante los años ochenta”, concluyó Zeta.