El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha exigido la renuncia inmediata del CEO de Intel, Lip-Bu Tan, argumentando que el ejecutivo presenta un alto grado de conflicto de intereses debido a sus supuestas conexiones e inversiones en empresas chinas. En un mensaje publicado en su plataforma Truth Social, Trump afirmó que no existe “otra solución a este problema” más que la salida de Tan, quien asumió el cargo en marzo tras la partida de Pat Gelsinger a finales de 2024.
A pesar de que Trump no ofreció detalles específicos sobre sus preocupaciones respecto a Tan, la agencia Reuters informó que el senador republicano Tom Cotton envió una carta al presidente del consejo de Intel, Frank Yeary, planteando preguntas sobre las relaciones de Tan con empresas chinas y cuestiones legales relacionadas con Cadence Design Systems. Este último fue CEO de dicha compañía desde 2009 hasta 2021.
Inversiones y vínculos cuestionables
Según el medio mencionado, Tan ha realizado inversiones en cientos de compañías chinas, ya sea directamente o a través de fondos de capital riesgo que gestiona. Un punto crítico para la administración estadounidense es que algunas de estas empresas supuestamente tienen vínculos con el ejército chino.
A lo largo de un periodo de doce años hasta diciembre de 2024, Tan ha invertido al menos $200 millones en empresas chinas dedicadas a la manufactura avanzada y producción de chips, según agregó Reuters.
En su misiva a Yeary, Cotton destacó: “Intel debe ser un administrador responsable del dinero del contribuyente estadounidense y cumplir con las regulaciones de seguridad pertinentes. Las asociaciones del Sr. Tan plantean dudas sobre la capacidad de Intel para cumplir con estas obligaciones”.
Cambios en Intel y reacciones al llamado presidencial
Desde que asumió el liderazgo en Intel, Tan ha delineado un plan para reducir más del 20% del personal como parte de un esfuerzo más amplio por recortar costos y adoptar un enfoque operativo más eficiente.
Anshel Sag, analista principal en Moor Insights and Strategy, comentó a Reuters que “el presidente no debería estar pidiendo la dimisión de ningún CEO, especialmente no uno que acaba de asumir el cargo este año”. A su juicio, esta situación se centra en las anteriores inversiones y participación de Lip-Bu en semiconductores chinos, lo cual también es lo que le otorga valor como CEO.
No obstante, David Wagner, director de acciones y gerente de cartera en Aptus Capital Advisors, accionista de Intel, argumentó que aunque muchos puedan criticar a Trump por tener demasiadas injerencias, “esto es solo otra señal de que está muy serio acerca de intentar traer negocios nuevamente a EE.UU.”. Según Wagner, Trump tiene impulso gracias al reciente acuerdo con Apple y espera que otras empresas sigan este camino.