Las lecciones de natación para adultos son esenciales para la seguridad acuática durante todo el año
Más de 4,500 personas en Estados Unidos fallecieron el año pasado por ahogamientos. Según los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), aproximadamente el 80% de las víctimas de ahogamiento tienen 15 años o más. Aunque comúnmente se asocia el ahogamiento con bebés y niños, la realidad es que tres a cuatro veces más adultos mueren ahogados cada año en comparación con los niños. Sin embargo, estas tragedias suelen recibir menos atención mediática que los casos infantiles.
Los niños tienden a ahogarse más frecuentemente en bañeras o piscinas, mientras que los adultos enfrentan mayores riesgos en cuerpos de agua naturales como ríos, lagos y océanos. Estos lugares pueden esconder peligros ocultos como corrientes fuertes y caídas abruptas, incluso cuando parecen tranquilos en la superficie.
La importancia de aprender a nadar como adulto
“Superar el miedo al agua y adquirir habilidades de seguridad acuática son fundamentales para disfrutar de actividades acuáticas y sentirse cómodo alrededor del agua a cualquier edad”, afirma Cristal Petrovich, especialista en programas acuáticos de British Swim Schools y miembro de la Asociación de Escuelas de Natación de EE.UU. “Participar en lecciones formales de natación como adulto puede ayudar a reducir las posibilidades de ahogamiento y proporcionar un nivel de confianza en el agua”.
A menudo, los adultos sobreestiman sus habilidades para nadar; aunque más del 80% afirman saber nadar, más del 50% no puede hacerlo. Los hombres son especialmente propensos a considerarse nadadores competentes, pero un informe reciente del CDC reveló que menos de la mitad de los hombres adultos en EE.UU. ha tomado lecciones formales de natación.
Las lecciones para adultos enseñan habilidades vitales de seguridad acuática, tales como flotar, mantenerse a flote y técnicas básicas de rescate, que pueden ser cruciales para salvar vidas.
Riesgos asociados al alcohol y la percepción errónea
“La percepción errónea sobre las habilidades para nadar puede impedir que los adultos evalúen correctamente su nivel de riesgo en el agua e incrementar los casos de ‘doble ahogamiento’”, añade Petrovich. Este fenómeno ocurre cuando personas sin formación formal en rescate saltan al agua para ayudar a alguien que está luchando y terminan convirtiéndose también en víctimas.
Además, muchos incidentes relacionados con ahogamientos entre adultos involucran el consumo de alcohol, lo cual puede afectar significativamente el juicio, dificultar las habilidades motoras grandes, retrasar el tiempo de reacción y comprometer la coordinación. “Si estás intoxicado y caes al agua, tu capacidad para coordinar la respiración y los movimientos musculares no será tan efectiva como cuando estás sobrio, aumentando así el riesgo de ahogamiento”, advierte Petrovich.
Al tomar lecciones formales de natación, los adultos no solo mejoran su propia seguridad sino que también influyen positivamente en las futuras generaciones. La importancia de aprender a nadar se convierte en parte integral de la cultura familiar.
Un legado familiar: fomentar la enseñanza del nado
“La investigación indica que si tus padres no saben nadar, solo tienes un 19% de probabilidad de aprender tú mismo”, concluye Petrovich. “Si incentivamos a los adultos a convertirse en nadadores entrenados, es más probable que inscriban a sus hijos y nietos en lecciones formales”.
Tener confianza al estar en aguas profundas o corrientes es una habilidad invaluable. Ya sea por razones personales o como forma de ejercicio aeróbico, las lecciones para adultos representan una inversión valiosa en seguridad acuática.
Para obtener más información sobre dónde encontrar una escuela de natación reconocida y clases para adultos cerca de ti, visita el sitio web oficial www.usswimschools.org.
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